Embarazada en el ginecologo
La joven embarazada, llamada Sofía, caminaba hacia la consulta del ginecólogo, Dr. Martínez, con una mezcla de ansiedad y emociones desconocidas. Su vientre empinado y sus pechos lactantes se desbordaban de su ropa, dejando ver que estaba en plena maduración de su embarazo. Al ingresar al consultorio, se sintió inmediatamente atendida por el profesional y seguro, que la miraba con una sonrisa cálida y un par de ojos que parecían revelar un plan más allá del habitual. "Sofía, te siento que necesitas algo más allá de lo habitual en esta cita", dijo el Dr. Martínez, con una voz suave y confiada. "Es normal en tus circunstancias, y podría ser beneficioso para ti". Sofía, cautivada por la atrevida propuesta, se quedó pensativa por un momento antes de responder con un silencio que parecía un permiso explícito. "Vamos a la cama, por favor", indicó el ginecólogo, guiándola hacia la mesa de examen. Sofía, siguiendo sus instrucciones, se sintió cada vez más nervios