Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como mucama

Limpiadora de pijas

Imagen
Juan giró la llave en la cerradura y empujó la puerta, adentrándose en su hogar. Al instante, una visión desordenada de la sala lo recibió: cojines fuera de lugar, revistas dispersas y una sensación general de caos que contrastaba con su usual orden. Sus ojos se desviaron hacia el reloj en la pared. Las manecillas marcaban las 8:55 a.m., el momento preciso en que esperaba a Mariana, la joven limpiadora que había contratado hacía unas semanas. "Espero que Mariana llegue pronto", se dijo a sí mismo mientras caminaba por la sala, evaluando el desorden con un gesto de insatisfacción. En ese preciso instante, un sonido de timbre interrumpió sus pensamientos. Se dirigió rápidamente hacia la puerta, expectante ante la llegada de Mariana. Al abrirla, se encontró con su joven limpiadora, quien irradiaba una sonrisa sincera que iluminaba su rostro. "Hola, señor Juan. ¡Buenos días!" saludó Mariana con entusiasmo, sosteniendo su equipo de limpieza con una mano y con un gesto am

Estoy enamorada de mi jefa

Imagen
  Soy una mujer de 50 años que trabaja como mucama en la casa de una joven ginecóloga de 25 años. Desde que la conocí, estoy completamente enamorada de ella. Me encanta su cuerpo joven y suave, su risa contagiosa y su inteligencia. Pero nunca se lo he dicho. Al menos no con palabras. En cambio, me masturbo en secreto en el baño cuando ella no está en la casa. Me siento avergonzada y sucia por hacerlo, pero no puedo evitarlo. Necesito ese pequeño momento de placer para sentirme viva. Mientras me toco, imagino a mi jefa desnuda, acariciando su cuerpo como yo lo hago. Visualizo cómo sería estar con ella, tocándola y besándola. Me excita el solo pensamiento de estar con ella, pero sé que nunca podrá ser una realidad. Cuando termino, me siento sucia y avergonzada por lo que he hecho. Pero al mismo tiempo, me siento viva y excitada. No puedo evitar desear a mi jefa, pero tampoco puedo dejar que ella sepa cómo me siento. Es mejor dejarlo en mi mente, en mis fantasías, donde no puedo hacer dañ