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Mostrando las entradas etiquetadas como dedos en el culo

Samantha, María Victoria, Ana y los pepinos

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  Ana se encontraba en su casa, sola y pensativa. Habían pasado varios días desde la última vez que vio a Samantha y María Victoria, y no había recibido ninguna llamada o mensaje de ellas. Se sentía mortificada, pensando que quizás había hecho algo mal o que habían perdido interés en ella. Repasó en su mente cada detalle de esa noche en el departamento de Samantha, sintiendo un calor intenso en su cuerpo al recordar las caricias y los besos que compartieron. Se preguntaba si todo había sido solo una aventura de una noche, y si las dos mujeres hermosas que la habían hecho sentir tan bien ahora la habían olvidado. De repente, sonó su teléfono y Ana se apresuró a tomarlo, esperando ver un mensaje de Samantha o María Victoria. Pero en su lugar, era solo una notificación de un juego que había descargado hacía unos días. Se sintió aún más triste y solitaria, y comenzó a preguntarse si alguna vez volvería a sentirse tan feliz y segura como lo hizo esa noche. Decidió distraerse un poco y encen

Maria Victoria y Julieta: Sexo anal entre mujeres

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  Me llamo María Victoria, pero todos me llaman Mavi. Soy una mujer segura de mí misma y muy apasionada. En mi vida he tenido muchas relaciones amorosas, pero ninguna como la que tengo actualmente con mi pareja, Julieta. Julieta es una mujer única, hermosa y valiente. Nos conocimos en una conferencia de arte hace algunos años, y desde ese momento supe que era especial. Había algo en ella que me atraía de manera irresistible, y no pude evitar acercarme. La química entre nosotras fue inmediata, y pronto comenzamos una relación amorosa que ha sido la más intensa y emocionante de mi vida. Con Julieta he aprendido a explorar mi sexualidad de una manera que nunca imaginé posible. Ella me ha enseñado a disfrutar de mi cuerpo y a descubrir nuevas formas de placer. Hemos explorado juntas el sexo oral, el sexo anal, los juguetes sexuales y mucho más. No hay nada que nos detenga cuando estamos juntas. Nuestra primera cita fue en un bar del centro de la ciudad, un lugar que tenía un ambiente muy a

Perdí el invicto

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  Mi matrimonio fue durante casi 20 años un oasis de paz y felicidad. Mi hombre durante ese tiempo no me hizo faltar las dos cosas más importantes para mantener un buen matrimonio: dinero y sexo. Durante todo este tiempo sostuvimos una relación sexual asidua 4 veces por semana como mínimo con un par de peleas tan solo. Esas peleas fueron producto de su interés en penetrarme analmente, situación esta que no le permití en ningún momento, dejándole en cambio que “jugara” con sus dedos por mi agujerito pero no con su miembro. Pero de repente eso empezó a disminuir hasta convertirse en una vez por semana y esa vez como si fuera por compromiso. Tal cambio de actitud me llevó a sospechar la existencia de “otra” motivo por el cual me dedique a investigar. Esa investigación da origen a este relato. Estacioné el coche a una cuadra de la oficina de mi marido. Entré en el coqueto bar que se encuentra en el lugar y que permite vigilar disimuladamente la entrada. A la puerta de la misma se hallaba e

Perdí el invicto

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 Mi matrimonio fue durante casi 20 años un oasis de paz y felicidad. Mi hombre durante ese tiempo no me hizo faltar las dos cosas más importantes para mantener un buen matrimonio: dinero y sexo. Durante todo este tiempo sostuvimos una relación sexual asidua 4 veces por semana como mínimo con un par de peleas tan solo. Esas peleas fueron producto de su interés en penetrarme analmente, situación esta que no le permití en ningún momento, dejándole en cambio que “jugara” con sus dedos por mi agujerito pero no con su miembro. Pero de repente eso empezó a disminuir hasta convertirse en una vez por semana y esa vez como si fuera por compromiso. Tal cambio de actitud me llevó a sospechar la existencia de “otra” motivo por el cual me dedique a investigar. Esa investigación da origen a este relato. Estacioné el coche a una cuadra de la oficina de mi marido. Entré en el coqueto bar que se encuentra en el lugar y que permite vigilar disimuladamente la entrada. A la puerta de la misma se hallaba es