Perdiendo a mi novia 6

La semana siguiente fue extraña. Claudia no paraba de reírse y de recordarme la noche con el hombre obeso. Yo estaba algo avergonzado, así que traté de acercarme a ella para recuperar nuestra relación. Le pedí que corriéramos juntos por el parque, y ella aceptó con una sonrisa. Hablando de nuestras vidas, intenté mostrarme optimista y recuperar aquella chispa que teníamos. Pero ella estaba distante, y notaba cómo su mente estaba en otra parte. Al regresar a casa, sugirió que no sentaramos en el sofa donde habíamos rodado aquel vídeo, y lo puso en la tele para verlo de vuelta. Me sentí incómodo con la idea, pero accedí para no discutir. Claudia encendió unas velas aromáticas y puso música ambiental. La situación era extraña y algo incómoda. Me pidió que me tumbara en el sofá y comenzó a acariciarme el pecho. Notaba su respiración en mi cuello, pero algo iba mal. Intente besarla, pero ella se esquivó con sorna. Se rió y me dijo que había cambiado, que ya no era el mismo. Le pregunté qué ...