Elena
Elena se miró en el espejo y se arregló el pelo. Se puso un vestido negro ajustado y tacones altos, y salió a la calle. Era una noche fría, pero no le importaba. Ella estaba acostumbrada a trabajar en cualquier clima. Caminó por las calles oscuras y solitarias de la ciudad, buscando a su próximo cliente. Era una rutina que había hecho tantas veces antes que ya no le importaba. Pero esta noche fue diferente. Cuando llegó a su destino, un bar lleno de gente, se encontró con un hombre que la miraba con atención. Era alto y atractivo, con una barba bien cuidada y ojos verdes penetrantes. Elena lo reconoció de inmediato como un cliente potencial. Se acercó a él y le preguntó si quería pasar un buen rato. Él le respondió con una sonrisa y le dijo que sí. Elena se sintió atraída por él de inmediato. Había algo en sus ojos que la hacía sentir diferente, como si estuviera más allá de su trabajo. Juntos, fueron a un hotel cercano. Elena lo desnudó y lo besó con pasión, sintiendo su cuerpo cáli