Los pechos lactantes
Victoria había quedado con su amiga María en su casa para pasar la tarde juntas. María, radiante y feliz, estaba embelesada por su embarazo; su barriga se había vuelto más grande en las últimas semanas y ella se sentía más sexy que nunca. Cuando Victoria llegó, la recibió en la puerta con un beso en las mejillas y una sonrisa pícara en los labios. Se dirigieron a la habitación de María, donde esta última había preparado una sorpresa especial para su visita. Era consciente de los deseos que habían surgido entre ellas desde hacía algún tiempo, y hoy había decidido que sería el día en el que por fin los satisfices. María se sentó en la cama, descruzó las piernas y dejó que su amiga se sentara frente a ella. La miró a los ojos y dijo con voz sensual: "¿Te gustaría que nos desnudemos, Victoria? ¿Quieres que hagamos lo que queremos hacer?" La mirada de Victoria respondía por ella, su respiration se había acelerado y sus mejillas estaban sonrosadas. Con una mano María ordenó Silenci...