Diana, yo y el deseo de compartirnos

Ese sábado habremos cogido al menos dos veces mas, asi fue que esa noche terminamos sin salir a ningún lado, parecíamos una pareja de recién casados y a la noche por mas esfuerzo que yo hice no hicimos nada, estaba seco y agotado, esa madrugada retumbaban en mi cabeza las palabras de diana y su deseo de que le haga la cola cada vez que la cogía, haberla entregado le había gustado demasiado y ahora si que estaba totalmente desatada, la ultima vez que cogimos ese dia ella jugo a que yo era Javier y yo a que le rompia el culo a brenda, asi de morboso había sido y quien mas lo disfrutaba era yo, brenda es una pendeja caprichosa que vive a dos cuadras de casa, ella sabe muy bien que tiene un culo impresionante y lo muestra para llamar la atención de cualquier macho pero por su carácter impredecible y agresivo no tiene un macho fijo aunque unos cuantos ya se la han cogido y según dicen las malas lenguas hasta una fiesta se ha comido, la verdad es que si bien me fije un par de veces en ese cu...