Sara y Lara, secretarias bien putas
La oficina estaba sumida en la rutina diaria, con los empleados trabajando diligentemente en sus tareas. El jefe, un hombre apuesto y carismático llamado Daniel, era conocido por su enfoque exigente y su habilidad para sacar lo mejor de su equipo. Dos de las secretarias, Laura y Sara, compartían una estrecha amistad y una complicidad que iba más allá del trabajo. Un día, Daniel convocó a Laura y Sara a su oficina para discutir un proyecto importante. Al entrar, las dos mujeres sintieron una tensión en el aire, una excitación anticipada por lo que estaba por venir. Daniel los recibió con una sonrisa y los invitó a tomar asiento. Daniel: (con voz autoritaria) Laura, Sara, estoy muy contento con el trabajo que han estado haciendo. Pero hoy, quiero que vayamos más allá de lo profesional. Quiero explorar una fantasía que tengo desde hace mucho tiempo. Laura y Sara se miraron el uno al otro, intrigadas y curiosas por descubrir qué tenía en mente su jefe. Sara: (con voz suave) ¿Qué tienes e