En primer plano
La idea llevaba tiempo rondando en nuestras conversaciones. La curiosidad, el deseo de probar algo nuevo, algo que nos sacara de la rutina. Esta vez, decidimos dar el paso. Ella estaba tan emocionada como yo, quizá más. "¿Y si grabamos?", había preguntado una noche, con ese brillo travieso en los ojos que tanto me enciende. Desde entonces, la idea no había abandonado nuestras mentes. En esta ocasión, nos preparamos para hacer algo diferente. La cámara estaba lista, colocada estratégicamente en el borde de la cama, apuntando hacia nosotros, capturando todo lo que estaba por suceder. Ambos sabíamos lo que íbamos a hacer y, de alguna manera, la idea de compartirlo con el mundo hacía todo más excitante. Ella, como siempre, fue la primera en tomar la iniciativa. Se colocó frente a mí, en la cama, con esa actitud desafiante y sumisa al mismo tiempo, esperando por mi señal. No necesitaba decirle mucho, ya sabía lo que ambos queríamos. Encendí la cámara, y en cuanto escuchamos el s...