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Mostrando las entradas etiquetadas como besos en el ano

Lorena le hace el culo a Ivan

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  Lorena: Esperame en la cama, desnudo, boca abajo. Termino esta cerveza y voy.  Ivan: Claro, tómate el tiempo que necesites. Lorena: (entra a la habitacion, con el lubricante en una mano y un consolador de buen tamaño en la otra) ¿Estás listo, amor? Ivan: Sí, estoy listo. Lorena: Bien, empecemos con un poco de juego previo para que puedas relajarte y estar cómodo. (comienza a besar a Ivan y acariciar su cuerpo) Ivan: (suspira) Eso se siente bien. Lorena: (sigue acariciándolo) ¿Cómo te sientes? Ivan: Estoy emocionado, pero también un poco nervioso. Lorena: No hay necesidad de estar nervioso, amor. Estoy aquí contigo y te guiaré en todo momento. (lubrica el consolador y lo acerca al ano de Ivan) ¿Estás listo para probarlo? Ivan: Sí, estoy listo. (se relaja y Lorena introduce lentamente el consolador) Lorena: ¿Cómo te sientes? Ivan: (jadea) Se siente increíble. Continúa, por favor. Lorena: (mueve el consolador suavemente) ¿Te gusta así? Ivan: Sí, así está perfecto.  Lorena: (aumenta grad

Samantha recibe una visita de sus amigas

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  "¡Hola Samantha!", dijo Ana mientras abrazaba a su amiga. "Qué bueno verte de nuevo". Mavi también se unió al abrazo, sonriendo ampliamente. "Chicas, qué sorpresa. ¿Qué las trae por aquí?", preguntó Samantha mientras las invitaba a pasar a su casa. "Bueno, extrañamos pasar tiempo contigo y pensamos en visitarte", explicó Mavi, mientras Ana asentía en acuerdo. "Sí, y también extrañamos lo que solíamos hacer juntas", dijo Ana con un tono pícaro mientras miraba a Samantha. Samantha sonrió, entendiendo perfectamente a qué se refería Ana. "Bueno, ¿por qué no nos sentamos y ponemos al día mientras tomamos algo?", sugirió mientras les ofrecía bebidas. Las tres se sentaron en el sofá, tomando sus bebidas y hablando sobre lo que habían estado haciendo desde la última vez que se vieron. Pero la tensión sexual entre ellas era palpable y, después de un rato, Samantha decidió romper el hielo. "Chicas, ¿por qué no seguimos donde lo d

Samantha tiene un ultimo encuentro con Diego

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  El celular de Samantha comenzó a vibrar, interrumpiendo el silencio que reinaba en la habitación. Las tres mujeres se sobresaltaron al escuchar el sonido y miraron a Samantha, que tomó el teléfono y lo revisó. Era un mensaje de texto de Diego. -¿Qué dice? -preguntó Ana con curiosidad. -Solo dice que quiere hablar conmigo -respondió Samantha con una expresión de preocupación en su rostro. -¿Y qué vas a hacer? -preguntó María Victoria. -No sé, no quiero volver a tener nada con él después de lo que pasó -dijo Samantha, incierta. -Deberías escuchar lo que tiene que decir -intervino María Victoria-. Podrías arrepentirte si no lo haces. En ese momento el telefono recibio una llamada, y Samantha reflexionó por un momento y finalmente decidió contestarle a Diego.  Samantha respondió la llamada, preocupada por el llanto de Diego al otro lado de la línea. "Diego, ¿qué pasa? ¿Por qué estás llorando?" preguntó con voz suave. "Lo siento, Samantha. No pude evitar llamarte. Solo nece

Samantha y María Victoria: Haciendole el culo al ex novio de Ana

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  Ana se estremeció cuando su teléfono sonó, interrumpiendo su momento de placer con sus dos amigas. Miró hacia abajo, viendo el nombre de su ex novio en la pantalla. Sintió un nudo en el estómago al pensar en hablar con él, pero decidió responder de todos modos. "Hola", dijo con una voz temblorosa. "Ana, ¿cómo estás?", preguntó su ex novio con una voz tranquila. "Estoy bien", respondió ella, tratando de sonar normal. "¿Y tú?" "Estoy bien también", dijo él. "Escucha, he estado pensando en ti últimamente y me preguntaba si podríamos hablar en persona". Ana no sabía qué decir. Había terminado con su ex novio hace varios meses, y aunque todavía tenía sentimientos por él, no estaba segura de si quería volver a estar con él. "Lo siento, no sé si es una buena idea", dijo ella vacilante. "Por favor, solo quiero hablar contigo", suplicó su ex novio. "No te pido nada más". Ana suspiró, sintiendo una mezcla

Samantha y Maria Victoria inician a Ana en el lesbianismo

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 Samantha y Maria Victoria llegaron al bar, buscando un lugar tranquilo donde puedan relajarse y disfrutar de un trago. Se sentaron en una mesa cerca de la ventana, desde donde podían ver a la gente pasar por la calle. "Mira, hay una pareja que parece estar muy feliz", dijo Maria Victoria, señalando a una pareja que caminaba de la mano por la acera. "Sí, es lindo ver eso", respondió Samantha, sonriendo. "Me gusta pensar que el amor verdadero todavía existe". De repente, el sonido de una voz elevada llamó su atención. Una joven estaba discutiendo acaloradamente con su novio, que parecía cada vez más frustrado. "Oh, eso no se ve bien", dijo Maria Victoria con preocupación. Samantha asintió y se puso de pie. "Tal vez deberíamos ir a hablar con ella, ofrecerle algo de apoyo", sugirió. Maria Victoria estuvo de acuerdo, y juntas se acercaron a la joven, que estaba sola llorando en una mesa. "¿Estás bien?", preguntó Samantha suavemen

El beso negro

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Valentina se levantó de la cama con un bostezo, sintiendo la fatiga acumulada de la noche anterior. Miró su celular y vio el mensaje del cliente nuevo, solicitando sus servicios para esa misma noche. A pesar del cansancio, sabía que no podía permitirse rechazar trabajo en su situación. Después de tomar una ducha y desayunar algo rápido, Valentina se preparó para salir. Se puso su mejor ropa, su vestido negro y sus zapatos de tacón alto, y se maquilló con destreza. A pesar de las ojeras y la fatiga, sabía cómo resaltar sus rasgos más seductores. Luego, tomó un taxi hacia la dirección que le había dado el cliente. A medida que se acercaba a su destino, se preguntaba qué esperar de este nuevo encuentro. Aunque había estado en esta industria por un tiempo, siempre había incertidumbre en cada nueva experiencia. Finalmente, el taxi se detuvo frente a un edificio lujoso. Valentina pagó al taxista y bajó del vehículo, ajustando su vestido antes de subir las escaleras hacia el departamento del