Secretario sumiso

En una elegante oficina de una importante empresa, se encuentra un joven secretario llamado Alex. Es un hombre de apariencia impecable, con una figura esbelta y una sonrisa encantadora. Aunque es el secretario del jefe, también es conocido por su habilidad para satisfacer todas las necesidades y deseos de su superior. Un día, mientras el jefe revisaba unos informes, llamó a Alex a su despacho. Jefe: (serio) Alex, necesito que me ayudes con algo importante. ¿Puedes cerrar la puerta, por favor? Alex: Por supuesto, señor. ¿En qué puedo ayudarlo? El jefe se acerca a Alex, con una mirada intensa y llena de deseo. Jefe: (susurrando) Quiero que te quites la camisa y te arrodilles frente a mí. Es hora de que muestres tus habilidades más allá de las tareas de secretariado. Alex, intrigado por la propuesta del jefe, obedece sin dudarlo. Se quita la camisa y se arrodilla frente a su superior, listo para cumplir con sus deseos. Jefe: (acariciando suavemente el rostro de Alex) Eres un secretario mu