El Chantaje del Jefe: La Humillación Total 2 árte
Después de esa primera "lección" en la oficina, donde Matías había tragado el semen espeso de Roberto hasta rebosar por su boca hetero, el chantaje se convirtió en una rutina diaria que lo consumía. Cada tarde, cuando la oficina se vaciaba, Roberto lo llamaba con un mensaje seco: "Vení a mi oficina, puta. Hora de tu dosis de pija jefe." Matías llegaba temblando, polla traicionera endureciéndose por anticipación y vergüenza, lágrimas contenidas brotando al cerrar la puerta con llave. "Jefe... por favor, borrá los videos ya... no aguanto más humillación." Pero Roberto rio siempre, polla dura presionando sus pantalones: "No hasta que tu ano virgen pruebe mi verga gruesa, Matías. Tu garganta hetero ya es mía... ahora quiero romperte el culo y llenarte de creampie hasta que rebose semen por tus nalgas."
Matías resistía al principio, lágrimas rodando por mejillas sonrojadas: "¡No, jefe... soy hetero, mi ano es virgen, duele demasiado... solo la boca, por favor!" Pero Roberto reproducía el video de su paja gay, volumen alto con gemidos "¡Quiero semen en mi garganta!" resonando, y lo empujaba de rodillas para garganta profunda diaria: polla jefe hundida hasta las bolas peludas, arcadas violentas tosiendo saliva espesa goteante por eje venoso, semen eyaculado en chorros calientes y salados inundando su paladar hasta rebosar por comisuras, tragando convulsionado mientras lloraba "¡Tu leche espesa me ahoga, jefe... humíllame más, pero no el ano!"
Pero Roberto escalaba: después de cada chupada, lo obligaba a quedarse inclinado sobre el escritorio, pantalones bajados exponiendo su culo virgen redondo y firme, ano fruncido rosado palpitante. "¡Mirá tu ano virgen, Matías! Tan apretado y rosado... dilatado para mi pija gruesa." Dedos untados en saliva de su boca propia punzando el anillo, uno, dos, tres hundiéndose lento mientras Matías lloraba "¡Duele... sacalos, jefe... no quiero dedos en mi culo hetero!" Pero su polla traicionera goteaba precum espeso en el escritorio, próstata rozada enviando ondas de placer prohibido. "¡Llorá más, hetero puta! Tu ano aprieta mis dedos como un coño virgen... imaginate mi verga gruesa partiéndote el recto hasta creampie rebosante!"
La ruptura final llegó un viernes, oficina vacía salvo por ellos, Roberto cerrando persianas y puerta con llave doble. "Hoy sí, Matías... tu ano virgen es mío. Arrodíllate y chupame primero, lubricame la pija con tu saliva de puta." Matías obedeció sollozando, boca envolviendo glande morado ancho, succionando profundo hasta arcadas, saliva espesa goteando por bolas peludas mientras Roberto embestía su garganta: "¡Tragá saliva y precum, hetero chantajeado! Tu boca me prepara para romperte el culo." Eyaculó prematuro en su garganta, semen espeso salado bajando en tragos, exceso goteando por barbilla hasta camisa.
Luego lo empujó al escritorio, pantalones y boxers bajados de un tirón exponiendo su culo virgen: nalgas firmes separadas por manos temblorosas, ano fruncido rosado contrayéndose por miedo. "¡No, jefe... por favor, no el ano... duele demasiado, soy hetero!" Lágrimas rodando libre, pero Roberto untó su glande morado con saliva residual y lubricante del cajón, presionando el anillo: "¡Llorá todo lo que quieras, Matías! Tu ano virgen va a tragar mi pija gruesa... sentís el glande ancho abriéndote?" El estiramiento inicial fue fuego puro, ano cediendo con un pop audible y quemante, glande bulboso hundiendo centímetro a centímetro mientras Matías gritaba lágrimas: "¡Me rompes el ano, jefe... duele como el infierno... sacala, por favor!"
Pero Roberto empujó inexorable, eje venoso grueso dilatando paredes internas vírgenes, venas protuberantes rozando nervios sensibles que enviaban ondas de dolor-placer directo a su próstata, polla traicionera goteando precum espeso en el escritorio sin tocarse. "¡Tu ano virgen aprieta mi pija como un puño caliente, hetero puta! Llorá más fuerte... sentís mis venas masajeando tu recto roto?" Thrusta lentos al principio, saliendo casi todo para volver a hundirse con slap-slap húmedo de bolas peludas contra su perineo, lubricante chapoteando en la unión obscena, ano dilatándose rojo alrededor de su grosor.
Matías se retorció sobre el escritorio, lágrimas saladas empapando papeles, gemidos guturales escapando: "¡Duele tanto... tu pija gruesa me parte el ano virgen... oh, joder, rozá algo dentro que me hace querer más... no pares, jefe, humíllame follándome el culo!" Roberto aceleró, thrusts brutales y profundos golpeando su interior hasta el límite, glande morado masajeando próstata en cada pasada, bolas peludas chapoteando contra su polla goteante. "¡Llorá recordando tus videos gay, Matías! Tu ano hetero aprieta mi verga jefe... squirt precum por mi pija en tu recto dilatado!"
El placer lo rompió: orgasmo forzado sin tocarse, polla explotando chorros calientes en el escritorio por próstata ordeñada, ano convulsionando alrededor de su carne en espasmos violentos que lo ordeñaron. "¡Me vengo... tu pija en mi ano me hace correr como una puta... oh, joder, humíllame más, jefe!" Roberto rugió, embistiendo una última vez hasta las bolas: "¡Creampie en tu ano virgen roto, hetero chantajeado! Rebosa mi leche espesa por tus nalgas dilatadas... sentís cómo te inundo el recto?" Eyaculó en torrentes potentes y calientes, semen blanco espeso y viscoso inundando sus paredes intestinales, rebosando en chorros pegajosos que goteaban por sus nalgas firmes y muslos, mezclándose con su propio precum en charcos sucios en el escritorio.
Colapsaron, su polla palpitante aún en su ano dilatado y rebosante, lágrimas de Matías por humillación y placer rodando mientras gemía: "Me rompiste el ano... no quería tu creampie jefe en mi recto hetero... pero joder, repetilo, humíllame tragando y tomando pija diaria." Roberto sacó lento con pop húmedo, ano quedando abierto rojo goteando semen espeso: "Buena puta chantajeada... mañana anal y garganta, creampie en ambos agujeros hasta que reboses mi leche." La oficina se volvió su burdel secreto, ano y garganta de Matías hetero llenos de semen jefe dominante, humillación convirtiendo macho en sumiso eterno adicto.

Comentarios
Publicar un comentario