Nina

Nina se despertó temprano, con una sensación de malestar y dolor en su cuerpo. A pesar de que estaba agotada y dolida por la noche anterior, se levantó para comenzar un nuevo día. Miró a su alrededor y vio el cuarto sucio y oscuro que compartía con otras mujeres. Suspiró y se levantó para darse una ducha. Sin embargo, cuando abrió la llave de la ducha, no salió ni una gota de agua. Nina se puso nerviosa, ya que sabía que tenía que estar lista para atender a sus clientes durante el día. Pero al revisar la tubería, se dio cuenta de que estaba rota y que no había nada que pudiera hacer al respecto. Nina se sintió frustrada e impotente, ya que no había agua para bañarse y no había nada que pudiera hacer para solucionarlo. Sentia sus nalgas pegajosas de todo el semen que habia recibido en el culo la noche anterior, y que habia resbalado por sus piernas dejando marcas pegajosas. Sabía que no podía atender a los clientes sin haberse bañado y se preocupaba por perder los pocos ingresos que gan