Un hombre traga su propio semen
Marcos había tenido un día duro en el trabajo, así que al llegar a casa decidió relajarse un rato antes de ducharse y preparar la cena. Se sentó en el sofá, encendió la televisión y comenzó a desabrocharse la camisa, con la intención de disfruten de un momento de relax. Pero su pensamiento cayó en una revista erótica que había dejado en un cajon. Era una vieja revista, pero nunca le había prestado demasiada atención. Aquel día, algo en su cerebro le incitaba cogerla y hojear sus páginas. Las imágenes de mujeres desnudas y las posiciones sugerentes le excitaaban más de lo esperado. Se sintó un poco culpable, pero a la vez atraído por aquello. Era como descubrir un mundo nuevo y prohibido. Se quitó los pantalones y quedó en calzoncillos, sintiendo cómo su miembro comenzaba a crecer bajo la tela. Abrió la revista por una imagen especialmente provocativa, una mujer en cuclillas con las manos atadas y la boca tapada. Marcos comenzó a masturbarse con fuerza, gozando del toque de la seda de