Secretaria sumisa
German llegó a la oficina temprano por la mañana, con una mirada decidida en sus ojos. Caminó con confianza hacia su despacho, donde Flor, su sumisa secretaria, lo esperaba con anticipación. Al entrar, sus ojos se encontraron y Flor supo inmediatamente que comenzaba un intenso dia laboral. "Florencia, quítate la ropa y permanece desnuda mientras trabajas en tu escritorio", ordenó German con voz autoritaria. Flor, sin dudarlo, comenzó a despojarse de su ropa lentamente, dejándola caer al suelo con gracia. Con movimientos gráciles, desabrochó el botón de su blusa lentamente, dejando al descubierto suaves curvas y una delicada piel que anhelaba ser tocada. El tejido de la blusa cayó suavemente por sus brazos, revelando su figura curvilínea y sensual, decorada con un delicado sujetador de encaje negro que realzaba aún más su busto. Deslizó las manos por sus caderas, desabrochando lentamente el cierre de su falda, permitiendo que se deslizara por sus piernas hasta caer al suelo. Q