Sofía
Sofía se observó en el espejo y suspiró. Como de costumbre, se puso un vestido rojo ajustado y unos tacones altos y salió a la calle. Era una noche fría en Madrid, pero ella estaba acostumbrada a trabajar en cualquier clima. Caminó por las calles iluminadas por las farolas, buscando a su próximo cliente. Era una rutina que había hecho tantas veces que ya no le importaba. Pero esa noche fue diferente. Cuando llegó a su destino, un bar lleno de gente, se encontró con un hombre que la miraba con atención. Era alto y guapo, con una barba bien cuidada y ojos oscuros profundos. Sofía lo reconoció de inmediato como un cliente potencial. Se acercó a él y le preguntó si quería pasar un buen rato. Él le respondió con una sonrisa y le dijo que sí. Sofía se sintió atraída por él de inmediato. Había algo en sus ojos que la hacía sentir diferente, como si estuviera más allá de su trabajo. Juntos, fueron a un hotel cercano. Sofía lo desnudó y lo besó con pasión, sintiendo su cuerpo cálido contra el