Los pies de Lali
Alejandro llegó a casa después de un largo día de trabajo y encontró a Lali descansando en el sofá con los pies en alto. Lali: Hola cariño, ¿cómo estuvo tu día? Alejandro: Agotador como siempre, pero estoy feliz de estar en casa contigo. Lali: (sonriendo) Me alegra escuchar eso. ¿Quieres masajear mis pies? Han estado cansados todo el día. Alejandro: Por supuesto, mi amor. (se acerca y comienza a masajear sus pies con delicadeza) Lali cierra los ojos y suspira de placer mientras Alejandro continúa el masaje, dedicándole toda su atención a sus pies. Lali: (gimiendo suavemente) Eres un experto en esto, cariño. Alejandro: (sonriendo) Solo quiero que estés cómoda y relajada. Después de unos minutos, Alejandro cambió su técnica y comenzó a darle pequeños besos en los dedos de los pies de Lali. Lali: (riendo) ¿Qué estás haciendo ahora? Alejandro: Solo te estoy dando un poco de amor extra en tus pies, mi amor. Lali: (suspirando) Me encanta cómo piensas en los detalles. Alejandro: Siempre pens