Mariana en el ginecologo
Mariana tenía dieciocho años y era muy tímida y reservada. Nunca había ido al ginecólogo y la idea de tener que mostrar sus partes íntimas a un extraño la ponía nerviosa. Además, había escuchado historias de todo tipo sobre este tipo de visitas, algunas bastante aterradoras. Sin embargo, sabía que era importante cuidar su salud, así que reunió todo su valor y decidió hacer una cita. Llegó al consultorio médico y tocó tímidamente la puerta. Un hombre OBESO, de unos sesenta años, la recibió con una sonrisa amable en los labios. El doctor González era conocido en la comunidad por su amabilidad y profesionalismo, pero Mariana estaba demasiado nervosa para sentir tranquilidad. El ginecólogo la hizo pasar a la sala de examenes, donde todo parecía frío e impersonal. Le pidió que se sentara en una silla y comenzara a quitirse la camisa. Mariana sintió una oleada de vergüenza mientras se despojaba de su ropa frente a un extraño, pero las palabras calmadas del doctor la tranquilizaron un poco. ...