Las bragas usadas de Valeria

 



Valeria me miró con asombro mientras yo intentaba explicarle mi extraña afición por el olor de su ropa interior. "No te preocupes, Pedro", dijo ella con una sonrisa, "todos tenemos nuestras cosas raras. Si eso te gusta, no hay nada de malo en ello".


Sentí un gran alivio al oírla decir eso. No quería que ella pensara que era un pervertido o algo así. Pero lo que vino después me dejó completamente sorprendido.


"De hecho, me parece una idea interesante", continuó Valeria. "¿Por qué no pruebas con mis braguitas la próxima vez que vengas a la playa? Seguro que estarán bien sudadas y te gustará el olor".


No podía creer lo que estaba escuchando. ¿Realmente me estaba ofreciendo sus braguitas para que yo las oliera? Pero Valeria parecía tan sincera y dispuesta a complacerme que decidí aceptar su oferta.


La semana siguiente, cuando nos encontramos en la playa, Valeria me entregó un paquete con varias de sus braguitas. Apenas podía contener mi emoción al imaginar el aroma que emanarían. Cuando llegué a casa, abrí el paquete con cuidado y aspiré profundamente el olor de cada una de ellas.


La sensación fue indescriptible. Me sentí completamente embriagado por el aroma de Valeria, y no pude evitar tocarme mientras imaginaba su cuerpo desnudo. Decidí grabar un video masturbándome con sus braguitas y enviárselo a Valeria.


Su respuesta fue aún más sorprendente. "Me encanta que disfrutes de mi aroma, Pedro", me escribió en un mensaje. "La verdad es que también me pone caliente saber que te excita mi olor".


Desde entonces, Valeria me ha estado entregando sus braguitas sudadas cada vez que nos encontramos. Incluso me ha dicho que se está esforzando por hacer más ejercicio para que sude aún más. Me siento afortunado de tener una novia tan comprensiva y abierta a experimentar cosas nuevas conmigo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Culona Vianey (Testigo de Jehova, Joven Casada Infiel)

Mi Primer Experiencia Pegging

Me follé a la novia de mi amigo por detrás