Nina
Nina se despertó temprano, con una sensación de malestar y dolor en su cuerpo. A pesar de que estaba agotada y dolida por la noche anterior, se levantó para comenzar un nuevo día. Miró a su alrededor y vio el cuarto sucio y oscuro que compartía con otras mujeres. Suspiró y se levantó para darse una ducha.
Sin embargo, cuando abrió la llave de la ducha, no salió ni una gota de agua. Nina se puso nerviosa, ya que sabía que tenía que estar lista para atender a sus clientes durante el día. Pero al revisar la tubería, se dio cuenta de que estaba rota y que no había nada que pudiera hacer al respecto.
Nina se sintió frustrada e impotente, ya que no había agua para bañarse y no había nada que pudiera hacer para solucionarlo. Sentia sus nalgas pegajosas de todo el semen que habia recibido en el culo la noche anterior, y que habia resbalado por sus piernas dejando marcas pegajosas. Sabía que no podía atender a los clientes sin haberse bañado y se preocupaba por perder los pocos ingresos que ganaba. También sabía que su situación era aún más peligrosa, ya que la falta de higiene podía poner en riesgo su salud y la de sus clientes.
Después de unos minutos de pensar en una solución, Nina decidió que tenía que hacer lo mejor que podía con lo que tenía. Se puso su ropa y se arregló como pudo. Trató de mantener una actitud positiva y profesional, a pesar de las dificultades que enfrentaba. Sabía que tenía que hacer lo que fuera necesario para sobrevivir en ese lugar.
Durante el día, Nina trabajó duro para atender a sus clientes. A pesar de que no se había bañado, se esforzó por mantener una buena higiene personal y usar productos de limpieza que tenía a su alcance. Hizo todo lo posible para mantener una actitud profesional y tratar a sus clientes con respeto, aunque se sentía cansada y vulnerable.
Al final del día, Nina regresó a su habitación, sintiéndose agotada pero aliviada de que había logrado sobrevivir a otro día en ese burdel. Sabía que no quería estar allí por siempre, pero también sabía que tenía que hacer lo que fuera necesario para mantenerse viva y segura en un ambiente tan peligroso.
Nina se durmió esa noche con la esperanza de que algún día pudiera escapar de ese lugar y construir una nueva vida para sí misma. Sabía que la prostitución no era una opción, sino una forma de explotación y violencia que había arruinado su vida.
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