El Chantaje del Jefe: La Humillación Total



Roberto tenía cincuenta años, un jefe de división en una multinacional de logística en el Microcentro de Buenos Aires, con un cuerpo que el poder y el gimnasio privado habían esculpido en autoridad pura: alto y ancho de hombros, abdomen marcado con vello gris plateado descendiendo como un camino prohibido hacia su entrepierna, pecho velloso y duro que tensaba las camisas blancas impecables hasta el punto de que los botones parecían rogar por liberarse, brazos fuertes con venas protuberantes que se marcaban al firmar contratos o al apretar un cuello en "reuniones privadas", y una polla que era su arma secreta y orgullo oculto –diecinueve centímetros de carne gruesa y venosa como raíces antiguas enfurecidas, eje ancho con venas latiendo visiblemente cuando se excitaba, glande morado y bulboso ancho como una ciruela madura que goteaba precum espeso, transparente y salado como lágrimas de lujuria constante, bolas pesadas y peludas llenas de semen acumulado que colgaban bajas como sacos de monedas listas para vaciarse en chorros potentes y calientes dentro de una garganta o ano apretado. Su oficina era su fortaleza: escritorio de caoba oscura con cajones cerrados que ocultaban juguetes y lubricantes, sillas de cuero negro que crujían bajo peso de sumisión, persianas eléctricas que bajaban con un botón para aislar el mundo, y una puerta con llave doble que nadie osaba interrumpir.



Su empleado favorito –o presa, mejor dicho– era Matías, treinta años, un analista hetero casado con una esposa embarazada de seis meses, cuerpo atlético de gym y fútbol amateur: pecho definido velloso con pezones oscuros sensibles, abdomen marcado con una línea de vello descendiendo hacia su polla promedio de diecisiete centímetros venosa que se ponía dura como hierro por miedo o traición, brazos fuertes que ahora temblaban de pánico, y un culo virgen redondo y firme que Roberto imaginaba dilatado y rojo goteando su semen espeso. Matías era el típico macho hetero: follaba a su esposa vaginalmente con entusiasmo, creampie rebosante en su coño chorreante mientras ella gemía, pero en secreto se pajeaba con porno gay –garganta profunda a pijas enormes, heteros sumisos llorando mientras tragaban semen espeso, anos vírgenes dilatados por vergas gruesas hasta creampie anal rebosante.

El chantaje nació de una "medida de seguridad": Roberto había instalado cámaras ocultas en los baños ejecutivos después de un supuesto robo de suministros, y una noche revisando grabaciones en su casa –polla dura en la mano masturbándose lento–, vio a Matías en el cubículo privado: pantalones del traje bajados hasta los tobillos, polla dura venosa en la mano bombeada furiosamente, teléfono mostrando porno gay hardcore –un hetero arrodillado chupando una pija enorme curva, garganta profunda hasta arcadas con saliva goteando por bolas peludas, el actor gemindo "¡Tragá mi semen, hetero puta!" mientras eyaculaba chorros espesos en su boca. Matías gemía ronco en el video: "¡Joder, qué pija gruesa... tragala toda, cabrón... quiero semen en mi garganta!" Se corrió chorros espesos y calientes en el inodoro, semen blanco salpicando el agua mientras jadeaba "¡Lléname de leche, pija gay enorme!"

Roberto eyaculó en su mano al verlo, semen espeso goteando por sus dedos mientras gruñía "¡Te tengo, Matías... tu boca hetero va a tragar mi pija jefe hasta rebosar!" Editó el video para que se viera claro el rostro de Matías gemindo por garganta profunda gay, y al día siguiente, viernes después de horas cuando la oficina estaba vacía, lo llamó: "Matías, vení a mi oficina. Ahora. Traé tu culo hetero." Matías entró nervioso, traje ajustado marcando su polla promedio, sin saber el infierno que lo esperaba. Roberto cerró la puerta con llave, persianas bajadas, laptop abierta en el escritorio.

"Sentate, Matías... tenemos que hablar de tu 'comportamiento' en los baños." Reprodujo el video en volumen alto: gemidos de Matías "¡Tragá esa pija enorme... quiero semen en mi garganta!" resonando en la oficina silenciosa, su rostro claro masturbándose con porno gay. Matías palideció mortalmente, polla traicionera endureciéndose por pánico y vergüenza en sus pantalones del traje, glande presionando la tela con precum manchando desde adentro. "¡Jefe... no... borrá eso, por favor! Mi esposa está embarazada... si lo ve, me mata, me deja. Fue un error, curiosidad, soy hetero al cien, jefe!" Lágrimas brotaron en sus ojos cafés, vergüenza humillándolo hasta el núcleo, manos temblando en el regazo mientras su polla palpitaba contra su voluntad, goteando precum espeso por el recuerdo forzado.

Roberto rio gutural y bajo, un sonido dominante que vibró en la oficina como un trueno, polla jefe endureciéndose fully en sus pantalones, glande morado goteando precum espeso que manchaba la tela fina. "Curiosidad? Te corriste gritando por garganta profunda gay, Matías... hetero mi culo virgen. Tu pija promedio gotea precum solo de verme el bulto... si no querés que esto llegue a tu esposa embarazada, al grupo de WhatsApp de la empresa, a tu familia o hasta al LinkedIn para que te despidan como puto reprimido, vas a hacer exactamente lo que yo diga. Arrodíllate delante de mi escritorio y chupame la pija jefe... garganta profunda hasta arcadas con saliva goteando por mis bolas peludas, y tragá cada gota de mi semen espeso como la puta gay que sos en secreto."

Matías sollozó, lágrimas saladas rodando por mejillas sonrojadas de vergüenza absoluta, voz quebrada por humillación: "¡No, jefe... por favor, soy hetero, tengo esposa, no quiero chupar pija... borrá el video, te doy plata, lo que sea!" Pero Roberto subió el volumen, sus gemidos porno "¡Quiero semen en mi garganta!" resonando más fuerte, y sacó su polla del pantalón: gruesa y venosa saltando libre con un slap contra su abdomen marcado, glande morado ancho goteando precum espeso que colgaba como una lágrima salada gruesa, eje latiendo venas protuberantes, bolas pesadas peludas balanceándose llenas de semen jefe potente. "¡Arrodíllate ahora, hetero puta chantajeada! O mañana tu esposa ve cómo rogás por pija gay mientras te pajear... chupame hasta que te inunde la garganta de mi leche espesa!"

Matías cayó de rodillas en la alfombra gruesa de la oficina, lágrimas empapando su camisa blanca, manos temblorosas desabrochando más el pantalón de Roberto para liberar bolas peludas pesadas, nariz rozando el vello gris plateado de su pubis mientras inhalaba el almizcle masculino dominante –sudor de día largo mezclado con precum salado. "¡Joder, jefe... tu pija es enorme... no quería chuparla..." Pero su boca se abrió por miedo y traición, labios carnosos envolviendo el glande morado ancho, lengua plana lamiendo el frenillo salado y goteante, saboreando precum espeso amargo que inundó su paladar hetero como un veneno adictivo, saliva inmediata brotando por las comisuras al estirarse alrededor del grosor.

Roberto gruñó dominante, enredando dedos fuertes en su cabello corto, empujando su cabeza hacia adelante con rudeza: "¡Chupala bien, Matías! Tragá mi pija jefe hasta las bolas peludas... sentís mi precum espeso en tu lengua de hetero reprimido? Ordeñame con esa garganta que rogaba por semen gay en tus videos!" Matías succionó con avidez forzada y humillada, garganta convulsionando alrededor del eje venoso grueso, arcadas suaves y guturales que lo hacían toser saliva espesa y pegajosa goteante por el eje latiendo, chorros viscosos empapando bolas peludas pesadas mientras lamía venas protuberantes con lengua plana, bolas metidas una a una en su boca caliente succionadas hasta palpitar y apretarse.

"¡Arcá más fuerte, hetero puta chantajeada! Follame la garganta con mi pija gruesa hasta que llores saliva y lágrimas... tu esposa nunca te vio así, arrodillado chupando verga jefe como una zorra!" Lágrimas saladas rodaban libre por sus mejillas sonrojadas, humillación absoluta excitando su polla traicionera goteando precum espeso en sus pantalones sin tocarse, pero succionaba profundo, lengua girando en el glande morado ancho hasta que Roberto embistió brutal su boca: thrusts profundos golpeando el fondo de su garganta, glande bulboso masajeando su amígdala hasta arcadas violentas, saliva burbujeando por comisuras y goteando por su barbilla hasta camisa empapada, tetas imaginarias de vergüenza por su sumisión.

"¡Tu garganta hetero aprieta mi pija como un ano virgen, Matías! Llorá más mientras te follo la boca... sentís mis bolas peludas golpeando tu barbilla? Voy a eyacular en tu garganta chantajeada!" Matías sollozó amortiguado alrededor de la carne, vibraciones enviando ondas de placer por el eje, lágrimas empapando su rostro mientras su polla explotaba en pantalones por humillación sola, corrida caliente manchando tela desde adentro. Roberto rugió: "¡Tomá mi leche jefe, hetero puta! Inundo tu garganta de semen espeso... tragá cada chorro o los videos vuelan!"

Eyaculó en torrentes potentes y calientes, semen blanco espeso y salado inundando su paladar y garganta en chorros viscosos que bajaban en tragos convulsionados forzados, exceso rebosando por comisuras de su boca hasta barbilla y cuello, goteando por camisa empapada en saliva y leche jefe. Matías tosió al final, tragando lo último con sollozos, semen espeso pegado en su lengua y garganta: "¡Me humillaste, jefe... tu semen espeso en mi garganta hetero... no quería tragarlo, pero... joder, me corri sin tocarme por la vergüenza!" Roberto sacó su polla brillante de saliva, glande morado goteando restos en su cara llorosa: "Buena puta chantajeada... mañana repetimos, garganta profunda diaria hasta que ruegues por mi creampie en tu ano virgen. Tu esposa nunca sabrá... pero yo sí, que sos mi chupapijas hetero adicto."

El chantaje se volvió rutina diaria: oficina después de horas, Matías arrodillado chupando pija jefe hasta garganta profunda con arcadas y saliva goteando por bolas peludas, semen espeso tragado hasta rebosar por su boca, lágrimas de humillación mezcladas con corrida traicionera en pantalones. "¡Tragá mi leche diaria, hetero puta... tu garganta es mi juguete chantajeado!" Matías, roto y adicto, gemía "¡Sí, jefe... humíllame tragando tu semen espeso... no quería pero ahora quiero más!" La oficina se volvió su burdel secreto, garganta hetero llena de leche jefe dominante, humillación convirtiendo hetero en sumiso eterno.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Culona Vianey (Testigo de Jehova, Joven Casada Infiel)

Mi mejor amigo embarazo a mi mamá

LE ROMPE EL ORTO A MI NOVIA