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La mas puta de la empresa 10

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    Ricardo estaba encantado con la forma en que Maria había ayudado a su sobrino Lucas a perder su virginidad. La joven había demostrado ser una profesional en el arte de la seducción y el placer, así que decidió aprovechar su capacidad para atraer a otros jóvenes. Le dijo a Lucas: - ¿Sabes qué, mi querido sobrino? Creo que Maria podría ser la solución perfecta para aquellos amigos que quieran vivir una experiencia única. ¿Por qué no les dices que vengan aquí? La tarifa será la misma, y así podrán disfrutar de los encantos de mi puta. Lucas asintió con una sonrisa, entusiasmado con la idea de compartir a Maria con sus amigos. El joven se puso en contacto con dos de sus compañeros de clase, y les propuso una cita muy especial en la casa de Ricardo. La tarde siguiente, Maria se preparó para su nueva misión. Se vestía con un conjunto sexy y provocador que Ricardo había elegido especialmente para la ocasión. El empresario la esperaba en el salón, con una botella de champaña y un par de co

La mas puta de la empresa 9

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Ricardo tenía otra sorpresa guardada para Maria. Después de verla disfrutar con el sexo anal, se le ocurrió una idea que no podía esperar para poner en marcha. Llamó a su "sobrino" Lucas, un joven de 18 años que quien sabe si era su familiar real. El chaval era virgen, y Ricardo planeaba que Maria se encargara de su debut sexual. La joven se sintió extraña ante aquella propuesta, pero las flores de cannabis hicieron su efecto, y accedió con una sonrisa. Ricardo sonreía satisfecho, disfrutando del control que tenía sobre ella. Lucas entró en la casa algo tímido, pero su curiosidad por Maria le animaba. La joven se acercó a él con una sonrisa dulce y le invitó a sentarse en el sofá. Estaban solos en la sala, mientras Ricardo había ido a preparar algo en la cocina. Maria aprovechó el momento para relajarse con el joven. Le preguntó sobre sus gustos, sus aficiones y sus miedos. Lucas era un chico simpático, y la marihuana hacía que se sintiera cómoda con aquella situación extraño

La mas puta de la empresa 8

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Ricardo había preparado una sorpresa especial después de la sesión fotográfica. Maria había sido una modelo excelente, así que se lo merecía. La llevó a su casa en coche, una mansiónde lujo en las afueras de la ciudad. La joven se sentía algo incómoda, pero la curiosidad la llevó a aceptar la invitación. Ricardo le ofreció una copa de vino y le mostró su coleccion de arte moderno. Pero luego, el empresario sacó una pipas y unas curiosas flores de color verde. Maria reconoció inmediatamente el cannabis. Ricardo se rió mientras le explicaba que era una variedad especial, cultivada secretamento en su propio jardín. La joven nunca había fumado marihuana, así que su jefe le enseñó cómo hacerlo. Maria aspiró el humo con dificultad, tosiendo y sintiendo una extraña mareos. Ricardo le guió hasta el sofá, donde pudieron relajarse y disfrutar del viaje. Maria se sentía cada vez más mareada y perdida en el tiempo. La música sonaba lejana, y su cuerpo flotaba en una nubecilla acogedora. Ricardo se

Mariana en el ginecologo

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Mariana tenía dieciocho años y era muy tímida y reservada. Nunca había ido al ginecólogo y la idea de tener que mostrar sus partes íntimas a un extraño la ponía nerviosa. Además, había escuchado historias de todo tipo sobre este tipo de visitas, algunas bastante aterradoras. Sin embargo, sabía que era importante cuidar su salud, así que reunió todo su valor y decidió hacer una cita. Llegó al consultorio médico y tocó tímidamente la puerta. Un hombre OBESO, de unos sesenta años, la recibió con una sonrisa amable en los labios. El doctor González era conocido en la comunidad por su amabilidad y profesionalismo, pero Mariana estaba demasiado nervosa para sentir tranquilidad. El ginecólogo la hizo pasar a la sala de examenes, donde todo parecía frío e impersonal. Le pidió que se sentara en una silla y comenzara a quitirse la camisa. Mariana sintió una oleada de vergüenza mientras se despojaba de su ropa frente a un extraño, pero las palabras calmadas del doctor la tranquilizaron un poco. &

Perdiendo a mi novia 7

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La mas puta de la empresa 7

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Maria estaba nerviosa ante la sesión fotográfica que Ricardo había organizado. El empresario había contratado a un amigo fotógrafo, un tipo extraño con una sonrisa provocadora. La joven se cambió de ropa en el vestuario y salió con un vestido ajustado y sexy que le había proporcionado su jefe. Ricardo la elogió por su elección y la llevó ante el fotógrafo. El hombre la miraba con ojos lascivos, haciendo que Maria sintiera una extraña incomodidad. Las primeras fotos fueron normales, posando con una sonrisa falsamente feliz. Pero entonces, Ricardo interviene en la sesión. Pide al fotógrafo que la capture en "acciones más naturales". El hombre entiende perfecto y comienza a tomar fotos más picantes. Ricardo se acerca a Maria y le susurra al oído. - Este book va a ser algo especial, solo para mí. Quiero que te sientas cómoda, mi dulce Maria. La joven se sonrojó con aquellas palabras y sintio un cosquilleo en su intimidad. Ricardo le quitó el vestido con cuidado, dejando que el fo

La mas puta de la empresa 6

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Maria había pasado una semana difícil en la oficina, aguantando los extraños juegos de su jefe. Pero ahora, era viernes por la noche y Ricardo la había invitado a una cena de negocios importante. La joven se sentía nerviosa y emocionaba a la vez, pues sabía que aquella cena podía ser una gran oportunidad para demostrar su valía. Llegaron al restaurante de lujo, y Maria iba elegantemente vestida con un vestido negro que su jefe le había prestado. Ricardo la presentó a sus invitados como su fiel secretaria, y la sentaron cerca de él para que pudiera atenderles en todo momento. Maria se sintió halagada por la confianza que Ricardo depositaba en ella, pero su comportamiento cambió rápidamente el rumbo de la velada. Durante la cena, el empresario la llamaba constantemente para que sirviera la comida, limpiara los restos o trajera más bebida. Maria obedece sin rechistar, sintiendo cómo los invitados se reían y comentaban el peculiar comportamiento de su jefe. La cena transcurrió entre risas