Alicia entrega el culo hipnotizada
La habitación se encontraba en silencio, la oscuridad únicamente rota por la luz tenue que se filtraba por la ventana. La escena estaba fijada: Juan, un joven de mirada penetrante, estaba sentado en una silla de madera oscura, mientras su amiga se encontraba parada delante de él. A pesar de la oscuridad, se podía percibir el entusiasmo en los ojos de Juan; finalmente iba a probar sus habilidades hipnóticas en una persona real. En su mano derecha, Juan sujetaba una pequeña linterna que contenía una luz roja brillante y en la izquierda, un pequeño reloj de bolsillo.
"Alicia, siéntate," Juan susurró, su voz había cambiado, era más baja y había adquirido un tono extraño. Alicia se sentó delante de él y Juan comenzó a balancear el reloj adelante y atrás delante de sus ojos, el brillo del reloj contra la luz tenue atrajo la atención de Alicia.
"Mira el reloj, Alicia, y escucha mi voz," el reloj se movía de un lado al otro en una especie de movimiento hipnótico. Después de unos minutos, Alicia comenzó a mostrar señales de que estaba siendo hipnotizada, sus ojos se movían siguiendo el reloj y su respiración se volvió más lenta y profunda. Al cabo de unos minutos, Juan dejó de balancear el reloj y se detuvo delante de Alicia.
"Estás hipnotizada," susurró Juan. "Ahora vas a hacer exactamente lo que yo te diga." La voz de Juan era confiada y sosegada. "Desnúdate," ordenó.
Alicia, sin vacilar, se puso de pie y comenzó a quitarse la ropa. Comenzó por el pantalón, desabotonándolo y quitándoselo lentamente. El pantalón cayó a sus pies y la oscuridad no permitía ver nada. Después, quitó su remera y finalmente su bombacha y corpiño. Ahora Alicia estaba completamente desnuda delante de Juan.
"Agáchate y muéstrame tu trasero," Juan ordenó con calma. Alicia se agachó, su cuerpo temblando ligeramente por la emoción y el frío de la habitación. La oscuridad no permitía ver su cuerpo, pero su postura permitía imaginar la forma en que su trasero se encontraba abierto y relajado. "Abre más tu trasero, Alicia," Juan ordenó de nuevo, mientras acercaba la linterna hacia su cuerpo desnudo.
La luz roja brillante iluminó su cuerpo, mostrando la curva de sus caderas y la forma redonda de su trasero. Juan se inclinó hacia delante y con su mano derecha, comenzó a lamer su trasero, moviendo su lengua sobre la curva de su ano. Después de un minuto de lamer, Juan metió un dedo en su ano, moviéndolo lentamente hacia adentro y hacia afuera. Alicia no dijo ni un palabra, únicamente emitía pequeños gemidos.
"Relájate, Alicia," Juan susurró. "Deja que te dilate el ano." Al cabo de unos minutos, Juan metió otro dedo en su ano, moviéndolos dos dedos hacia adentro y hacia afuera. La luz roja mostraba cómo su ano se estaba dilatando, como si se estuviera preparando para algo más grande.
"Chupame los dedos" Juan susurró con una voz ronca, le sacó los dedos del culo y los metió en la boca de Alicia. La lengua de Alicia lamió los dedos de Juan, intentando limpiarlos.
"Ahora te voy a penetrar analmente," Juan anunció con calma. Alicia no dijo nada, únicamente movió sus caderas hacia atrás para dar acceso a Juan. El joven sujetó su miembro erecto y lo acercó a su ano dilatado. Después de unos segundos, la cabeza del miembro de Juan penetró el ano de Alicia. La luz roja mostraba cómo su miembro se estaba moviendo hacia adentro y hacia afuera de su ano.
Despues de unos pocos minutos, Juan sintio que no podia aguantar mas, tenia que eyacular. Sacando su iembro del ano de Alicia, le ordeno que se arrodillara delante de él. "Chupa mi miembro," ordenó con calma. La luz roja mostraba cómo la boca de Alicia se acercaba a su miembro erecto. Alicia comenzó a chupar el miembro de Juan, moviendo su boca hacia arriba y hacia abajo.
Después de varios minutos, Juan se dio cuenta de que iba a acabar dentro de la boca de Alicia. "Vas a tragar todo" susurró Juan. La boca de Alicia se movió más rápido, como si estuviera ansiosa por tener en su boca el semen de Juan. Finalmente, Juan comenzó a tener un orgasmo, su semen saliendo de su miembro y entrando en la boca de Alicia. La luz roja mostraba cómo su boca se movía, como si estuviera disfrutando del semen de Juan.
Después de varios segundos, Juan sacó su miembro de la boca de Alicia. "Viste tu ropa y olvida todo lo que pasó hoy," ordenó Juan con calma. Alicia se vistió nuevamente y se dio la vuelta hacia Juan. "Vuelve mañana para otra sesión de hipnosis," Juan susurró. Alicia asintió y se fue de la habitación, mientras Juan se quedó solo en la oscuridad.
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