La mas puta de la empresa 9

Ricardo tenía otra sorpresa guardada para Maria. Después de verla disfrutar con el sexo anal, se le ocurrió una idea que no podía esperar para poner en marcha.

Llamó a su "sobrino" Lucas, un joven de 18 años que quien sabe si era su familiar real. El chaval era virgen, y Ricardo planeaba que Maria se encargara de su debut sexual.

La joven se sintió extraña ante aquella propuesta, pero las flores de cannabis hicieron su efecto, y accedió con una sonrisa. Ricardo sonreía satisfecho, disfrutando del control que tenía sobre ella.

Lucas entró en la casa algo tímido, pero su curiosidad por Maria le animaba. La joven se acercó a él con una sonrisa dulce y le invitó a sentarse en el sofá. Estaban solos en la sala, mientras Ricardo había ido a preparar algo en la cocina.

Maria aprovechó el momento para relajarse con el joven. Le preguntó sobre sus gustos, sus aficiones y sus miedos. Lucas era un chico simpático, y la marihuana hacía que se sintiera cómoda con aquella situación extraño.

Ricardo regresó con una botella de vino y dos copas, que rellenó mientras observaba la escena con una sonrisa pícara. Brindaron por el inicio de una noche especial y Maria sintio cómo el alcohol y el cannabis le calentaban las mejillas.

El empresario se sentó en el sofá, observa cómo Maria se acercaba al joven y le besaba en los labios. Lucas estaba sorprendido y algo intimidado, pero correspondió al beso con timidez. Ricardo sacó el teléfono y comenzó a grabar la escena con disimulo.

Maria se dio cuenta de la presencia del teléfono y sonrió con picardía. Le quitó la camiseta a Lucas y comenzó a lamer su pecho, disfrutar del sabor de su piel. El chico emitía pequeños gemidos, y Ricardo grababa todo con la cámara del teléfono.

La joven secretaria se arrodilló delante del joven y desabrochó su pantalón con habilidad. Sacó su miembro virginal y comenzo a mamárselo con cuidado, gozando del sabor salado que desprendía. Ricardo acercaba la cámara para capturar cada detalle de la mamada que Maria le estaba practicando a su sobrino.

La boca de Maria trabajaba con entusiasmo, saboreando el inocente pene de Lucas. Éste comenzo a gemir con más fuerza, y Ricardo le animaba a disfrutar del momento.

Maria se colocó encima del joven y comenzó a cabalgarle con ganas. Lucas la agarró por la cintura, ayudándola en sus movimientos. La joven montaba el pene del chico como si fuera una amazona, gozando del roce y del placer que le proporcionaba.

Ricardo se acercó y comenzo a masturbarse mientras observaba la escena. Maria sintio su presencia y le dio un beso lascivo, saboreando sus labios con la lengua. El empresario gemía de placer, navegando con una mano por las curvas del cuerpo de su secretaria mientras grababa la acción con la otra.

Lucas comenzó a moverse con más fuerza, y Maria sintio cómo su intimidad se calentaba. El joven estaba a punto de eyacular, así que se apoyó en sus manos y comenzó a mover sus caderas con rapidez.

Lucas eyaculó dentro de ella, y Maria sintio las calientes gotas de semen rellenar su intimidad. Ricardo aplaudía y dejaba escapar pequeños grititos de emoción, como un niño en Navidad.

La joven se quedó encima del chico, sintiendo cómo el sudor y el semen les unían. Lucas se había convertido en un hombre ante sus ojos, y Maria se sintio orgullosa de haberle ayudado.