CAMILA - SIGO PROBANDO LAS VERGAS DE VETERANOS



Hola amigos, soy Camila, esta vez desempolvando uno de mis recuerdos. Ya que me crucé hace poco con su protagonista.

Tiempo de secundaria, tenía 16 años si mal no recuerdo, y tenía que hacer un trabajo para el área de tecnología. Con mi grupo de trabajo queríamos hacer unos cubos de madera, por lo que le pido ayuda a mi padre para que nos oriente. Entonces él me dice que vamos a ver a Ramón, un carpintero de confianza de la familia, con el que siguen trabajando en la empresa.

Llegamos al taller, se saludan y le explica la situación. Ramón le avisa a mi padre que, si bien el trabajo es fácil, por la cantidad llevaría su tiempo, el cual por el momento no tenía disponible. Entonces le digo que con mis compañeras lo podíamos hacer con su orientación, total él ya nos conocía y sabía que yo era práctica con los trabajos manuales y sabía usar varios tipos de herramientas. Por lo que accede a nuestro pedido y comenzamos con mis amigas al día siguiente.

Ramón era un cincuentón gigante; con mi 1,78 metro de altura le llegaba al hombro, para su edad y tamaño se notaba que estaba en buena forma. Un tipo muy correcto, de más diría, algo corto de genio por lo que no era muy sociable, un tipo solitario. El primer día nos hizo acarrear la madera, nos indicó como marcar y nos mostró los cortes que debíamos hacer. Nos observó en el primer trabajo, hizo sus correcciones y nos dejó trabajar tranquilas.

Nosotras éramos 4 chicas, llegábamos en bici al taller. A mis amigas les quedaba un poco más lejos por lo que los 3 primeros días nos marchábamos antes de que oscurezca.

Para ese tiempo yo ya era una culiadora experimentada que le encantaba los tipos mayores, y por supuesto que me fijé en él. Como su casa estaba al fondo del taller, me dirigí ahí para hacerle unas consultas, cuando lo observo por la ventana caminar con su toallon en la cintura saliendo del baño después de una ducha. No me demoré en observar su rabo que se notaba de buen tamaño. Me retire pensando cómo llegar a él, ya que durante estos días nunca se acercó a vernos a menos que lo llamáramos, respondía nuestras dudas y se marchaba.

Como mi casa quedaba más cerca que de las chicas, y en otra dirección, al día siguiente les dije que me quedaría un rato más marcando las tablas, así realizaríamos el trabajo más rápido.

Cuando ellas se marcharon me dirigí a su casa, siempre nos despedíamos antes de irnos, pero esta vez les dije que yo le avisaría. Cuando llego veo que él estaba en su galería haciendo unos dibujos. Como hacía calor, me fui hasta una canilla de su jardín y me lave la cara y mojé mi cabello en abundancia, levantando la cabeza y sacudiendo mi pelo, logrando así que mojara mi remera y mi sostén semitransparente. Mis pezones ya eran bien visibles. Cuando levante mi cabeza él ni me observaba, seguía agachado concentrado en su dibujo. Me acerqué y me puse de rodillas a su lado para observar lo que estaba haciendo; entre preguntas y respuestas me cuenta que era el diseño de un respaldar para cama, estaba armando los grabados que le iba a hacer.

Tenía su mano izquierda quieta apretando el papel, podía observar el gran tamaño, sus dedos gordos que parecían penes. Estire mi mano y con un dedo le tocaba su parte encallada:

R- que te llama la atención

Yo- lo duro que son sus dedos (le tomo la mano y la giro para tocar la palma)

R- Con el tiempo y este tipo de trabajo se te van formando estas durezas y tus manos crecen

Yo- No es que son suaves, pero no están ásperas como pensaba

R- las cuido como puedo, para que después no se me empiecen a lastimar

Yo- hace muy bien (mientras le empiezo a acariciar la mano, comparando la mía con la suya mientras mi cabeza se imaginaba como me apretarían las tetas o sus dedos se hundirían dentro de mis agujeros. Llevé su mano a mis gigantes tetas, las cubría por completo

R- no esta bien esto, soy un tipo mayor y vos una niña

Yo- esta niña hacer rato elige con quien estar, y quiero con gente que sé que me va a cuidar y no maltratar

R- hace mucho tiempo que no estoy con una mujer (mientras que con timidez comenzaba a mover sus dedos y apretar mi seno)


Estiré mi mano a su verga y ya estaba semi dura, por lo que se la comencé a acariciar mientras me acomodaba de rodillas frente a él. Mientras se acomodaba mejor en su sillón y separaba las piernas, yo corría su short deportivo a un costado para liberar su rabo. Buen tamaño, pero principalmente grueso, que mi boca solo podía con su cabeza. Me engolosiné y le regalé una mamada espectacular que lo hacía retorcer de placer. Como si fuera un muñeco me tomo de la cintura y me levanto hacia el sillón quedando de costando, todo para masajear mejor mis tetas y empezar a hurgar mis agujeros. Sus gordos dedos se introducían en mi concha super mojada volviéndome loca de placer. Acabó una buena cantidad de leche que me tragué toda. Me fui a lavar y me marché, avisando que al día siguiente continuaríamos.

Al día siguiente llegue a su casa, ya me estaba esperando. Me tomo de la mano y me llevo a la habitación donde me puse en 4 ya que no llevaba ropa interior, dejando ver mi tapón anal que tenía puesto. Se puso como loco y me empezó a chupar todo con lujuria mientras yo contraía y estiraba mi culo para que viera como se movía el tapón. Yo no paraba de gemir y morder la almohada del placer, hasta que sentí entrar a su gorda verga en mi vagina que me puso como loca. Le pedí que él se quedara quieto y yo me encargué de cogerme esa rica verga con mis movimientos y en esa posición. Tuve un orgasmo riquísimo, así que quito el tapón y llevo su verga a mi culo que ya lo esperaba. Lento, pero con fuerza me la clavó hasta el fondo, hizo unos cuantos movimientos para comprobar mi dilatación y luego arrancó con su bombeada furiosa. No podía controlarme y gritaba de placer, y el más fuerte me daba. Con mi mano apoyada en mi estómago podía sentir su verga llegar hasta ahí. Con sus manos me sujetaba del cabello para tenerme bien pegada a él y con la otra jugaba con mis pezones. Pude sentir su leche después de 3 embestidas brutales. Guauuu! Me dejo exhausta!

Mientras él estaba en el baño limpiándose yo estaba tratando de recuperar la respiración. Pero no me dio mucho tiempo, llegó con su verga dura y me puso boca abajo al borde de la cama. SE acomodó y me la metió de nuevo por la concha. Me sacudió con tal violencia que llegamos juntos de nuevo en esa misma posición.

Estuvimos recostados un buen rato hasta que comencé a jugar con su verga de nuevo y que no se demoró en responder. La comencé a saborear de nuevo mientras él sacaba mis jugos con sus dedos para metérmelo en el culo. Cuando la sentí bien dura lo monte y me mente en su rabo para que mi culo se lo trague entero. Me chupaba super rico las tetas mientras yo lo cabalgaba, mi cola estaba roja de sus nalgueadas, y lo disfrutaba. Cambiamos de posición y puso mis piernas en sus hombros para volver a bombearme de manera salvaje y descargarse nuevamente.

Me levanté con mi cola ardida así que fui a higienizarme, y luego ya me tuve que marchar. Quedamos en vernos el fin de semana.

La bestia que era para coger, aun así se tomó una viagra para cogerme toda la noche. Por suerte llevó lubricante anal porque me la metió como 5 veces por atrás. Me culió en varias posiciones y me hizo tragar 3 veces su leche. Lástima un accidente lo dejó mal de su cadera por lo que ya no podía desembolverse bien. Lo visité en dos ocaciones cuando ya se recupero pero solo podía montar su gruesa y rica verga. Ya no era lo mismo, una lastima, machos así no se olvidan jamas.

El Mentiroso


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