Pegging - Mónica (42) y German (23)

 




 Mónica comenzó a ayudar a German a vestirse con la lencería, notando cómo se sentía un poco incómodo al principio. "Relájate, German, te verás increíble", le dijo Mónica con una sonrisa tranquilizadora.


German se relajó un poco y dejó que Mónica lo vistiera con la lencería, sintiendo cómo la tela suave se deslizaba sobre su piel musculosa. "Vaya, esto se siente muy bien", admitió German mientras se admiraba en el espejo.

Mónica admiró su figura, sonriendo mientras ajustaba el sujetador y las bragas para que le quedaran perfectamente. "Mira qué sexy estás, German", dijo, mientras se acercaba y lo besaba con pasión. "Esto solo te hará ver aún más atractivo para mí".


German se sintió un poco incómodo, sin estar acostumbrado a vestirse con lencería, pero no podía negar que la sensación de la tela suave contra su piel lo estaba excitando. "Gracias, Mónica", dijo con una sonrisa torpe.


Mónica se acercó y comenzó a besar su cuello, dejando un rastro de pequeños mordiscos a su paso. "¿Te gusta cómo se siente?", preguntó ella, mientras deslizaba sus manos sobre su pecho.


"Sí, me gusta", respondió German, sintiendo cómo la excitación crecía en su cuerpo. "¿Y a ti?"


"Oh, me encanta", susurró Mónica, mientras se movía para estar más cerca de él. "Pero sé que todavía hay algo que podemos hacer para aumentar el placer".


German frunció el ceño, sin estar seguro de lo que ella quería decir, pero se sintió aún más curioso cuando Mónica se arrodilló frente a él. Con cuidado, comenzó a deslizar su lengua alrededor del ano de German, sintiendo cómo el músculo se relajaba bajo su toque suave.


German jadeó de sorpresa, pero rápidamente se relajó, dejando que Mónica continuara con su trabajo. "Oh, Dios mío", murmuró, sintiendo cómo su cuerpo respondía al toque de Mónica.


Luego, con cuidado, comenzó a introducir un dedo en el interior, moviéndolo lentamente para dilatar el músculo. German gimió de placer, sintiendo cómo su cuerpo se estremecía ante las sensaciones nuevas y emocionantes.


"Más", dijo German, mirando a Mónica con los ojos llenos de deseo. "Quiero más".


Mónica sonrió, complacida por la respuesta de German, y comenzó a prepararlo para la siguiente fase de su juego sexual.


Mónica sonrió y luego comenzó a preparar a German para la penetración, usando sus manos y mucho lubricante para dilatarle el ano y lubricarlo adecuadamente. German se dejó hacer, aunque todavía se sentía un poco nervioso y un poco incómodo con la idea de ser penetrado.


Finalmente, cuando Mónica sintió que German estaba lo suficientemente preparado, comenzó a introducir el dildo en su interior. German gimió de placer, sintiendo cómo su cuerpo se estiraba alrededor del juguete y cómo Mónica lo controlaba con habilidad.


"¡Oh, Dios mío!", exclamó German mientras su cuerpo se tensaba de placer, sintiendo cómo la punta del dildo tocaba lugares que nunca había sentido antes.

Mónica notó el gemido de German y sonrió, satisfecha por su reacción. "¿Te gusta?", preguntó, aumentando lentamente el ritmo de las embestidas del dildo.


"Sí, Mónica, me encanta", respondió German, suspirando mientras se aferraba a las sábanas con fuerza.


Mónica continuó moviendo el dildo con habilidad, sintiendo cómo el cuerpo de German respondía a cada movimiento. Se inclinó hacia adelante para besar la espalda musculosa de German, sintiendo cómo se tensaba aún más bajo su toque.


"Te ves tan sexy así, German", murmuró Mónica, moviendo el dildo un poco más rápido. "Me encanta tenerte así, a mi merced".


German gruñó de placer, sintiendo cómo su cuerpo se acercaba cada vez más al borde del orgasmo. "No puedo aguantar mucho más", gimió, susurrando mientras se aferraba a las sábanas con fuerza.


Mónica sonrió, sabiendo que estaba a punto de llevar a German al clímax. Aumentó el ritmo del dildo aún más, sintiendo cómo el cuerpo de German se tensaba bajo su toque. Finalmente, German llegó al orgasmo, gritando de placer mientras su cuerpo se sacudía con la intensidad del clímax.


Mónica se detuvo suavemente, dejando que German se recuperara del intenso orgasmo. Se acurrucó a su lado, acariciando su cabello y susurrándole palabras de amor y cariño.

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