Pegging - Mónica (42), Fede (26) y Martin (21)
Mónica se encontraba en su habitación, ayudando a Martin y Fede a vestirse y maquillarse. "Bien chicos, ¿listos para lucir fabulosos?", preguntó mientras les entregaba la ropa interior que había seleccionado para ellos.
Martin se puso una tanga negra mientras que Fede eligió un boxer rojo. Mónica les entregó las medias de malla y les ayudó a ponerlas. "Esto es realmente emocionante", dijo Martin mientras se admiraba en el espejo.
Luego, Mónica comenzó a trabajar en su maquillaje, aplicando base y polvo en su piel y delineando sus ojos con un lápiz negro. "¿Qué color de labios prefieres, Martin?", preguntó mientras sostenía una paleta de labiales en su mano.
"Quizás un tono rojo oscuro", respondió Martin, sonriendo mientras se miraba en el espejo.
"¡Me encanta!", exclamó Mónica mientras tomaba el labial y comenzaba a aplicarlo en los labios de Martin. "Tienes unos labios hermosos", agregó mientras terminaba de maquillarlo.
Mientras tanto, Fede se encontraba mirando en silencio el proceso de maquillaje de Martin. "¿Te gustaría que te maquille también?", preguntó Mónica gentilmente, acercándose a él con la paleta de maquillaje en la mano.
Fede asintió tímidamente y Mónica comenzó a trabajar en su maquillaje, aplicando sombras de ojos en tonos neutros y delineando sus labios con un tono rosa suave.
"Te ves muy bien, Fede", comentó Martin mientras le daba una palmada en el hombro. "Realmente estamos haciendo algo diferente hoy", agregó con una sonrisa.
Mónica les dijo que se sentaran en la cama. "¿Quieren ver algunos juguetes nuevos que compré?", preguntó con una sonrisa traviesa.
Fede y Martin intercambiaron miradas y asintieron, emocionados por lo que venía a continuación.
Mónica abrió su cajón de juguetes y sacó un par de esposas de cuero y un vibrador de tamaño considerable. "¿Quién quiere probar esto?", preguntó, sosteniendo el vibrador frente a ellos.
Fede se acercó y tomó el vibrador, sintiendo su peso en su mano. "Creo que puedo manejar esto", dijo con una sonrisa.
Mónica le dio una palmada en el trasero y lo empujó suavemente hacia la cama. "Acuéstate boca arriba", le ordenó mientras sacaba un tubo de lubricante.
Fede obedeció, acostándose en la cama mientras Mónica le aplicaba lubricante en su entrada. Luego, ella tomó el vibrador y lo insertó lentamente en Fede, quien gimió de placer mientras su cuerpo se estremecía.
Mientras tanto, Martin observaba atentamente, excitado por la escena ante él. Mónica notó su interés y se acercó a él, besándolo apasionadamente mientras continuaba trabajando con Fede.
Después de unos minutos, Fede se corrió con fuerza, sintiendo cómo su cuerpo se estremecía con el orgasmo. Mónica lo sostuvo mientras temblaba, dándole tiempo para recuperar el aliento antes de retirar el vibrador lentamente.
"¿Quién quiere ser el próximo?", preguntó Mónica, mirando a Martin con una sonrisa seductora.
Martin se sonrojó ligeramente ante la pregunta de Mónica, pero no pudo evitar sentirse excitado ante la idea de experimentar algo nuevo. "Yo... yo puedo ser el próximo", dijo con voz un poco temblorosa.
Mónica se acercó a él y lo tomó de la mano, llevándolo hacia la cama. "Siéntate aquí", le indicó mientras le daba una suave palmada en el colchón. Martin obedeció y se sentó, observando con atención cómo Mónica comenzaba a sacar diferentes juguetes sexuales de una caja que tenía en su armario.
Mientras tanto, Fede se acomodó en una silla cercana, mirando con interés cómo se desarrollaba la escena frente a él. Mónica se volvió hacia él y le guiñó un ojo, como invitándolo a unirse en cualquier momento.
Finalmente, Mónica tomó un pequeño vibrador y se acercó a Martin, colocándolo en su mano. "Mira, esto es lo que vamos a usar", explicó, mientras encendía el vibrador y lo deslizaba suavemente sobre el cuello de Martin.
Martin cerró los ojos y gimió suavemente, sintiendo cómo el vibrador enviaba ondas de placer a través de su cuerpo. Mónica se acercó a él y comenzó a besar su cuello mientras seguía utilizando el vibrador en su cuerpo.
Después de unos minutos, Mónica se detuvo y le quitó el vibrador de la mano a Martin. "Ahora, es mi turno", dijo, mientras se arrodillaba entre sus piernas y comenzaba a hacerle una mamada mientras con una mano deslizaba un dedo en el culo de Martin.
Fede observaba con fascinación cómo Mónica trabajaba en el cuerpo de Martin, sintiendo su propio cuerpo despertar ante la escena erótica frente a él. Decidió unirse a ellos, acercándose a Mónica y comenzando a acariciar su cabello mientras ella seguía mamando a Martin.
Mónica se desnudó lentamente, dejando al descubierto su cuerpo sensual y curvilíneo. Luego, tomó el arnés y comenzó a ajustarlo alrededor de su cintura y muslos, asegurándose de que estuviera bien ajustado. Martin y Fede la observaban con admiración, sintiendo cómo la excitación crecía en sus cuerpos al verla ponerse el arnés.
"¿Estás listo, Martin?", preguntó Mónica, acercándose a él con una sonrisa en su rostro.
Martin asintió nerviosamente, sintiendo una mezcla de emoción y ansiedad ante la idea de ser penetrado. Fede se sentó en el borde de la cama, observando con interés mientras Mónica ayudaba a Martin a ponerse en posición.
"Relájate, Martin. Respira profundamente", dijo Mónica, colocando sus manos en los hombros de Martin para ayudarlo a sentirse más cómodo.
Martin cerró los ojos y respiró profundamente, sintiendo cómo Mónica comenzaba a presionar la punta del dildo contra su entrada, deslizándolo suavemente hacia dentro. Un gemido escapó de su boca mientras se acostumbraba a la sensación de estar siendo penetrado.
"Respira profundo, Martin. Deja que tu cuerpo se relaje y se adapte a la sensación", susurró Mónica mientras sostenía el arnés y lo empujaba un poco más dentro de él. "¿Te sientes cómodo?", preguntó suavemente.
Martin asintió con la cabeza, incapaz de hablar debido a la intensidad del momento. Los músculos de su cuerpo se tensaron mientras se acostumbraba a la sensación de estar siendo penetrado por el dildo de Mónica. Cada movimiento que ella hacía enviaba ondas de placer a través de su cuerpo, y Martin comenzó a moverse en armonía con ella, disfrutando de cada embestida.
Mientras tanto, Martin se dejó llevar por la sensación de estar siendo dominado por Mónica, sintiendo cómo su cuerpo respondía a cada uno de sus movimientos. Se dio cuenta de que nunca había experimentado algo así antes, y se preguntó cuánto más podría aguantar antes de llegar al orgasmo.
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