Natalia goza en el ginecologo 1



El doctor Martínez, un ginecólogo experimentado y muy seguro de sí mismo, recibió a Natalia en su consultorio con una sonrisa amable y profesional. Natalia, nerviosa pero emocionada, observo a su alrededor. La habitación estaba equipada con una camilla ginecológica y los instrumentos necesarios para un examen completo.


Martínez, con su bata blanca y estetoscopio alrededor del cuello, se acercó a Natalia para explicarle el procedimiento. Con voz calmada y autoritaria, le indicó que se desvistiera por completo a excepcion de la bombacha, y se acostara en la camilla.


Natalia, obediente, siguió las instrucciones del doctor y se colocó en la posición indicada. Aunque nerviosa, sentía una excitación creciente.


El doctor Martínez comenzó el examen con movimientos precisos y profesionales, utilizando sus habilidades para inspeccionar y explorar la intimidad de Natalia. Sus manos, firmes y suaves al mismo tiempo, recorrieron su piel con delicadeza, provocando en ella una mezcla de nerviosismo y anticipación.


Con voz serena, el doctor Martínez hizo preguntas sobre la historia médica de Natalia y la escuchó atentamente, estableciendo así una conexión entre ellos. Mientras tanto, sus caricias se volvieron más íntimas, explorando cada rincón de su cuerpo con devoción y conocimiento.


Natalia sentía la mirada penetrante del doctor Martínez sobre ella, sus ojos expertos examinando cada detalle y desencadenando una excitación cada vez mayor.


El doctor Martínez, consciente del efecto que sus acciones tenían en Natalia, aprovechó la oportunidad para excitarla aún más. Con manos expertas, acarició suavemente sus muslos y su zona íntima, sintiendo cómo la excitación de Natalia aumentaba a cada toque.


Con cuidado y destreza, el doctor Martínez deslizó sus dedos entre las piernas de Natalia, sintiendo su humedad y calor. Mientras los movía con suavidad, no pudo evitar añadir palabras imperativas a la mezcla, aumentando el juego de sumisión y excitación.


Doctor Martínez: "Abre las piernas más ampliamente, Natalia. Permíteme explorarte completamente y descubrir cada rincón de tu placer".


Natalia, bajo la influencia del juego de roles y las órdenes del doctor Martínez, obedeció de inmediato. Separó sus piernas aún más, ofreciéndose por completo al examen del doctor.


Natalia: "Sí, doctor. Haga lo que sea necesario."


El doctor Martínez sonrió con satisfacción ante la sumisión de Natalia y continuó con sus movimientos expertos. Sus dedos exploraban cada centímetro de su intimidad, acariciando y estimulando sus puntos más sensibles.


Doctor Martínez: "Ahora, aprieta tus músculos, Natalia. Siente cómo responden a mis caricias. Permíteme evaluar tu respuesta y asegurarme de tu salud".


Natalia, siguiendo las órdenes del doctor Martínez, contrajo los músculos de su intimidad en respuesta a sus caricias. Cada vez que apretaba, podía sentir la sensación de estímulo y control.


Natalia: "Sí, doctor. Estoy apretando mis músculos para usted. Siento cómo responden a su toque".


El doctor Martínez observó atentamente la respuesta de Natalia, evaluando su tono muscular y su capacidad de control. Sus dedos expertos continuaron acariciando y estimulando, alternando entre movimientos suaves y presiones más firmes.


Doctor Martínez: "Excelente, Natalia. Tus músculos se contraen y responden de manera óptima. Eres una paciente muy receptiva. Continúa apretando y relajando, permíteme seguir evaluando".


Natalia obedeció, siguiendo las indicaciones del doctor Martínez. Cada vez que apretaba, experimentaba una sensación de intensidad y excitación, disfrutando de la entrega a las órdenes del médico.


Doctor Martínez: "Muy bien, Natalia. Tu respuesta es admirable. Continúa así mientras continúo explorándote".


El doctor Martínez combinó sus caricias internas con suaves masajes en los labios y el clítoris de Natalia, aumentando aún más su excitación y llevándola al límite de su placer.


Natalia, perdida en la mezcla de sumisión y excitación, gemía y suspiraba, entregada por completo al poder y dominio del doctor Martínez.


Natalia: "Oh, doctor Martínez, sus caricias me hacen sentir tan bien. Me someto completamente a su examen y disfruto cada momento".


El doctor Martínez continuó estimulando a Natalia, llevándola al borde del éxtasis con movimientos precisos y una combinación perfecta de toques y caricias.


Doctor Martínez: "Natalia, estás a punto de alcanzar el clímax. Siente cómo tu cuerpo se prepara para el máximo placer. Permíteme llevarte allí".


Natalia, en un estado de máxima excitación y sumisión, respondió con voz entrecortada.


Natalia: "Sí, doctor. Por favor, no se detenga".


Con un último movimiento habilidoso y decidido, el doctor Martínez condujo a Natalia hacia un clímax arrollador. Oleadas de placer la envolvieron, llevándola a un estado de éxtasis absoluto.


El doctor Martínez, satisfecho con su trabajo y el placer brindado a su paciente, retiró sus manos lentamente y se inclinó hacia Natalia con una sonrisa de satisfacción.


Doctor Martínez: "Has sido una paciente excepcional, Natalia. Tu respuesta a mi cuidado ha sido notable. Ahora, tómate tu tiempo para recuperarte y, si necesitas alguna otra consulta, no dudes en comunicarte conmigo".


Natalia, aún temblorosa por el intenso placer experimentado, asintió mientras se reajustaba en la camilla. Sus sentidos seguían saturados por las sensaciones y la entrega total al juego de roles. Lentamente, comenzó a recuperar la compostura, mientras el doctor Martínez observaba con satisfacción su estado de satisfacción.


El doctor Martínez se aproximó a Natalia con una mirada penetrante y una sonrisa cargada de complicidad. Con delicadeza, cubrió su cuerpo con una suave manta y se inclinó hacia ella, acariciando suavemente su mejilla.


Doctor Martínez: "Natalia, has sido extraordinaria. Tu entrega y disposición han superado mis expectativas. Espero que hayas disfrutado de este examen tanto como yo".


Natalia, con la respiración aún entrecortada y una sonrisa radiante en los labios, respondió con sinceridad.


Natalia: "Doctor Martínez, ha sido una experiencia increíble. Me he dejado llevar por completo y he descubierto una nueva dimensión de placer. Gracias por llevarme a esos límites y hacerme sentir tan especial".


El doctor Martínez acarició el cabello de Natalia con ternura, dejando que sus manos transmitieran cariño y consuelo.


Doctor Martínez: "Eres especial, Natalia. Tu entrega y confianza han sido invaluable. Si alguna vez deseas repetir esta experiencia o explorar otras fantasías, estaré encantado de atenderte nuevamente".


Natalia asintió, sintiendo una conexión profunda con el doctor Martínez y un deseo de continuar explorando su propia sexualidad bajo su guía experta.


Natalia: "Gracias, doctor Martínez. No puedo negar que quiero seguir explorando junto a usted. Ha despertado en mí deseos y sensaciones que nunca antes había experimentado".


El doctor Martínez se inclinó para depositar un beso suave en los labios de Natalia, sellando el momento con un gesto de intimidad y gratitud.


Doctor Martínez: "Hasta pronto, Natalia. Espero con ansias que pidas turno para nuestro próximo encuentro".


Natalia, todavía sumida en la satisfacción y la excitación, respondió con una mirada llena de promesas.


Natalia: "Hasta pronto, doctor Martínez".


Con esas palabras, Natalia se levantó de la camilla y comenzó a vestirse lentamente, sabiendo que esta experiencia había marcado un antes y un después en su vida sexual. Se despidió del doctor Martínez con una sonrisa traviesa y salió del consultorio, llena de anticipación y con un mundo de nuevas fantasías por explorar.

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