Carmen va al ginecologo

 



Carmen llega al consultorio vestida de manera cómoda y casual. Lleva puesta una blusa de manga corta de color blanco y un par de pantalones vaqueros ajustados de color azul oscuro. Sus zapatos son unas zapatillas deportivas de color blanco y lleva un bolso grande sobre su hombro.


Su cabello suelto y ligeramente ondulado cae suavemente sobre sus hombros, dándole un aspecto natural y relajado. Carmen lleva un discreto maquillaje que realza su belleza natural y resalta sus rasgos faciales.


Al tomar asiento, Carmen se cruza de piernas y mira a su alrededor, observando a las demás personas en la sala de espera. Su pulso se acelera ligeramente mientras su mente repasa las preguntas que quiere hacerle al médico sobre su salud sexual en su relación poliamorosa. Siente la necesidad de asegurarse de que está tomando las precauciones adecuadas para protegerse y cuidar de su bienestar.


Mientras espera, Carmen ojea una revista sobre salud y bienestar, intentando distraerse. De vez en cuando, desvía la mirada hacia el reloj en la pared, consciente del tiempo que pasa lentamente. Finalmente, su nombre es llamado y se levanta con gracia para dirigirse hacia la consulta, con una mezcla de emoción y ansiedad en su interior.


Cuando entra en la sala, Carmen es recibida por el médico con una sonrisa cálida y acogedora. El médico la saluda y le ofrece una mano amistosa, que Carmen estrecha con gratitud. Ambos se sientan frente a frente, creando un ambiente de confianza y apertura.


El médico toma el historial médico de Carmen con cuidado, haciendo preguntas sobre enfermedades previas, cirugías y medicamentos. Carmen responde con honestidad y detalle, compartiendo también sus inquietudes y preguntas sobre su relación poliamorosa y cómo afecta a su salud sexual. El médico escucha atentamente, asintiendo de vez en cuando y tomando notas meticulosas.


Carmen: (con una sonrisa nerviosa) Doctor, quiero asegurarme de estar tomando las medidas adecuadas para cuidar de mi salud en mi relación poliamorosa. He estado investigando mucho, pero todavía tengo algunas dudas. ¿Podría orientarme sobre los aspectos que debo tener en cuenta y las precauciones que debo tomar?


Médico: (con calma) Por supuesto, Carmen. Estoy aquí para ayudarte y responder todas tus preguntas. Es importante que tengas un enfoque proactivo en tu salud sexual, y estoy aquí para brindarte la información y el apoyo necesarios. Vamos a repasar juntos tus inquietudes y te proporcionaré la guía adecuada.


La conversación fluye con naturalidad mientras el médico profundiza en las inquietudes específicas de Carmen. El médico se asegura de explicarle detalladamente cómo mantener una salud sexual óptima en una relación poliamorosa, incluyendo la importancia de la comunicación abierta, el uso adecuado de métodos anticonceptivos y la realización regular de exámenes ginecológicos.


Doctor: Carmen, para poder realizar un examen ginecológico completo y preciso, necesitaría que te desvistas por completo.


Carmen se toma un momento para respirar profundamente y tranquilizarse. Se quita lentamente la blusa y la coloca cuidadosamente en una silla cercana. Desabrocha el botón de sus pantalones y se desliza fuera de ellos, dejándolos caer suavemente al suelo. Se queda en ropa interior. Con movimientos cuidadosos, desabrocha el broche de su sostén y lo retira suavemente, y bajo la imrada atenta del Dr Gonzales, comienza a deslizar suavemente sus bragas hasta que queda completamente desnuda.


El Dr. González, con delicadeza y experiencia, comienza a examinar los senos de Carmen. Observa detenidamente cada uno de ellos, buscando cualquier signo de anomalía o cambio que pueda ser indicativo de alguna condición médica.


El médico utiliza sus manos expertas para palpar cuidadosamente los senos de Carmen, comenzando por el área externa y moviéndose hacia el centro. Con movimientos suaves y precisos, explora la textura de la piel, la consistencia de los tejidos y la presencia de posibles bultos o protuberancias.


Dr. González: Carmen, ahora voy a realizar un examen de tus pezones para evaluar su sensibilidad al roce, frotación y estiramiento. Quiero asegurarte que este procedimiento se lleva a cabo con respeto y en un entorno médico profesional. Si en algún momento sientes alguna molestia o deseas que detenga el examen, por favor avísame de inmediato.


Carmen asiente, confiando en el enfoque profesional del médico y entendiendo la importancia de este examen en su evaluación médica. Ella se prepara para el procedimiento, sintiéndose segura en manos del Dr. González.


El Dr. González inicia el examen de los pezones con suavidad y precisión. Utiliza sus dedos para realizar un suave roce y frotación alrededor de los pezones, observando cualquier cambio en la sensibilidad o respuesta de Carmen.


Dr. González: Carmen, por favor, avísame si sientes alguna sensación anormal o si experimentas alguna molestia durante el examen.


Carmen se mantiene atenta a las sensaciones que experimenta y comunica al médico cualquier cambio que perciba.


Carmen: Dr. González, hasta el momento no siento ninguna molestia o sensación anormal. Todo parece estar bien.


El médico continúa con el examen, aplicando una suave presión para evaluar la respuesta de los pezones al estiramiento. Observa cualquier cambio en la forma y la reacción de los pezones mientras realiza el procedimiento.


Dr. González: Carmen, el examen de tus pezones parece estar dentro de los parámetros normales. No se han detectado irregularidades o preocupaciones en cuanto a la sensibilidad y respuesta de los mismos. Esto es un buen indicador de la salud de tus mamas. 


Carmen se siente aliviada al escuchar las palabras del médico y agradece su profesionalismo y atención durante el examen.


Dr. González: Carmen, ahora vamos a realizar el examen externo de tus genitales. Esto implica inspeccionar visualmente tus genitales externos para verificar si hay signos de inflamación, infección u otras anormalidades. Si en algún momento sientes alguna molestia o deseas detener el examen, por favor, avísame inmediatamente.


Carmen asiente, consciente de la importancia de esta parte del examen y confiando en el enfoque profesional del médico.


El Dr. González observa los genitales externos de Carmen, prestando atención a cualquier enrojecimiento, inflamación, lesiones o cambios visibles. Utiliza una luz especial y una lupa para una mejor visualización, asegurándose de no dejar pasar ningún detalle.


Dr. González: Carmen, todo parece estar dentro de los parámetros normales en cuanto a la apariencia de tus genitales externos. No se observan signos evidentes de inflamación, infección o anormalidades. Esto es un buen indicador de tu salud en esta área.


Carmen se siente aliviada al escuchar las palabras del médico y agradece su profesionalismo y cuidado durante el examen. Ella comprende que este paso es fundamental para garantizar su bienestar y mantener su salud sexual y reproductiva.


Dr. González: Carmen, ahora vamos a realizar el examen bimanual, que implica la introducción de dos dedos en tu vagina mientras aplico una suave presión en tu abdomen. Esto nos permitirá evaluar el tamaño, forma y posición de tu útero y ovarios. Es posible que sientas un poco de presión o incomodidad durante el examen, pero trataré de hacerlo lo más suave y cómodo posible para ti. Por favor, avísame si sientes alguna molestia o deseas que detenga el examen en cualquier momento.




Carmen asiente, confiando en la experiencia del médico y en su compromiso de garantizar su bienestar durante todo el proceso. El Dr. González se coloca los guantes y se prepara para realizar el examen.


Con suavidad y cuidado, el médico introduce dos dedos lubricados en la vagina de Carmen mientras aplica una leve presión en su abdomen. Esto le permite evaluar la posición y tamaño del útero, así como detectar posibles masas o anomalías en los ovarios.


Dr. González: Carmen, ahora voy a mover mis dedos suavemente para palpar tu útero y ovarios. Por favor, avísame si sientes alguna molestia o dolor durante el proceso.


Carmen se mantiene atenta a las sensaciones que experimenta, pero se siente aliviada al notar que el médico es cuidadoso y respetuoso en todo momento. Ella se concentra en relajarse y permitir que el examen se realice de manera precisa.


Después de unos momentos, el Dr. González finaliza el examen bimanual y retira sus dedos de la vagina de Carmen.


Dr. González: Carmen, todo parece estar en orden con respecto al tamaño, forma y posición de tu útero y ovarios. No se han detectado masas o anomalías durante el examen. Esto es un buen indicador de tu salud reproductiva. Si tienes alguna pregunta o inquietud, no dudes en hacerla.


Carmen agradece al médico por su atención y claridad en la explicación del examen. Se siente aliviada al saber que todo parece estar bien y que su salud reproductiva está en buen estado. Ambos continúan con el examen ginecológico, avanzando hacia las siguientes etapas con cuidado y profesionalismo.


Dr. Gonzales: Carmen, ahora procederé a evaluar la sensibilidad de tu clítoris y su respuesta al roce. Por favor, avísame si en algún momento sientes molestia o incomodidad.



Carmen asiente y se prepara para el examen, confiando en la experiencia y profesionalismo del Dr. Gonzales. El médico utiliza movimientos suaves y precisos, explorando el clítoris de Carmen para evaluar su sensibilidad y respuesta a la estimulación.


Carmen, con los ojos cerrados, se concentra en las sensaciones que surgen en su cuerpo mientras el Dr. Gonzales realiza el examen. Ella describe las sensaciones que experimenta, ofreciendo retroalimentación al médico.


Las sensaciones se intensifican a medida que el examen avanza, y Carmen se encuentra en un estado de éxtasis y curiosidad. Cada caricia experta del médico se convierte en una oportunidad para que ella descubra más sobre su propio cuerpo y sus respuestas sexuales.


Carmen: (susurrando) Dr. Gonzales, cada vez que toca mi clítoris, siento una oleada de placer intenso. Es como si mi cuerpo estuviera despertando a nuevas sensaciones. ¿Es normal experimentar esto durante el examen?


Dr. Gonzales: Sí, Carmen. Es completamente normal que tu cuerpo responda de esta manera durante la estimulación del clítoris. El clítoris es una zona altamente sensible y puede desencadenar intensas sensaciones placenteras cuando se estimula adecuadamente. Estoy aquí para asegurarme de que te sientas cómoda y segura mientras exploramos estas respuestas.


Carmen: Es increíble, doctor. Nunca había experimentado estas sensaciones tan intensas antes. Me sorprende lo conectada que me siento con mi propio cuerpo en este momento. Cada caricia suya parece revelar un nuevo aspecto de mi sexualidad.


Dr. Gonzales: Es maravilloso que puedas experimentar este nivel de conexión y descubrimiento, Carmen. Tu cuerpo es único y tiene sus propias respuestas sexuales. Este examen nos permite entender mejor tus necesidades y brindarte un enfoque de cuidado de salud sexual personalizado.



A medida que el Dr. Gonzales continúa con las caricias suaves y precisas en el clítoris de Carmen, ella se siente cada vez más envuelta en una ola de placer. Cada movimiento despierta sensaciones intensas que la llevan a un estado de éxtasis y despertar sexual.


Carmen: (susurrando) Dr. Gonzales, no puedo evitar preguntarme si estas sensaciones son normales fuera del contexto del examen. ¿Debería esperar sentir lo mismo durante la intimidad con mi pareja?



Dr. Gonzales: Es una excelente pregunta, Carmen. Cada persona y cada encuentro sexual son únicos. Es posible que las sensaciones que experimentas durante este examen sean similares o diferentes a las que experimentarías en la intimidad con tu pareja. Es importante recordar que el placer sexual varía de persona a persona y puede cambiar en diferentes situaciones. Si tienes más preguntas sobre tu vida sexual, estaré encantado de ayudarte a entenderlo mejor.ç


El médico, en sintonía con las reacciones de Carmen, se asegura de mantener un ritmo adecuado y una presión suave pero estimulante. Observa con atención las respuestas de su paciente, buscando comprender y respetar sus límites y deseos.


Carmen: (susurrando) Cada caricia, cada movimiento... me llevan más cerca de un estado de éxtasis. Es increíble cómo mi cuerpo responde a cada estímulo con tanta intensidad y gratificación. Me siento viva y conectada con mi esencia más íntima.


El médico: Es hermoso presenciar cómo tu cuerpo se entrega al placer y cómo te permites disfrutar plenamente de esta experiencia, Carmen. Estoy aquí para acompañarte y asegurarme de que te sientas segura en todo momento.


A medida que el examen continúa, Carmen se entrega por completo a las sensaciones que emergen en su cuerpo. Cada contacto, cada movimiento del médico se convierte en un sendero de placer y descubrimiento. Siente una oleada de energía erótica que fluye a través de su ser, despertando un despertar sexual profundo y enriquecedor.


Carmen: (suspirando) Estoy asombrada por la capacidad de mi cuerpo para experimentar tanto placer. Cada roce, cada estimulación me lleva más cerca de un clímax que se encuentra al alcance de mis dedos. Me siento agradecida por este momento de autodescubrimiento y aceptación.


El médico, atento a las señales del cuerpo de Carmen, decide finalizar el examen en un punto en el que ella se sienta plenamente satisfecha y cómoda. Retira suavemente sus manos y le da un momento para recuperarse y volver a conectarse con su entorno.


El médico, en sintonía con las reacciones de Carmen, se asegura de mantener un ritmo adecuado y una presión suave pero estimulante en cada caricia. Sus movimientos son precisos y coordinados, adaptándose a las necesidades y deseos de Carmen en cada momento.


Observa detenidamente las expresiones faciales y los suspiros de Carmen, leyendo sus señales no verbales para ajustar la intensidad y el ritmo de sus toques. Es consciente de que cada persona tiene sus propias preferencias y límites, y se esfuerza por brindar una experiencia placentera y cómoda para su paciente.


El médico: (con voz suave) Carmen, ¿cómo te sientes hasta ahora? Quiero asegurarme de que estés cómoda y disfrutando de este proceso.



Carmen: (susurrando) Me siento muy bien, doctor. Aprecio su atención y cuidado. Está siguiendo mi ritmo y mis respuestas, lo cual me hace sentir segura y cómoda.


El médico asiente, confirmando su comprensión de la importancia de la comunicación y el consentimiento durante el examen. Continúa con sus movimientos expertos y delicados, asegurándose de mantener un equilibrio entre la estimulación y el bienestar de Carmen.


Cada caricia se convierte en una invitación al placer, una exploración de las sensaciones que despiertan en el cuerpo de Carmen. El médico se toma el tiempo necesario para conocer la respuesta de su paciente, brindándole espacio para disfrutar y procesar cada sensación.


A medida que el ritmo y la presión se mantienen en armonía, Carmen se sumerge aún más en el placer que la estimulación le brinda. Su cuerpo responde con gratitud y apertura, permitiéndole disfrutar plenamente de la experiencia en un ambiente de respeto y confianza.


El orgasmo no tarda en llegar, y Carmen se retuerce, apretando los labios y agarrandose a la camilla...


Carmen: (gimiendo) AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!!!!


Después de alcanzar el orgasmo, Carmen toma unos minutos para recuperarse, permitiéndose respirar profundamente y relajarse antes de continuar con el examen. El Dr. Gonzales, respetuoso de su estado y comprensivo de la importancia de su bienestar emocional y físico, le da el tiempo necesario para que se sienta lista para proceder.


Dr. Gonzales: Carmen, tómate todo el tiempo que necesites para recuperarte y sentirte cómoda antes de continuar. Es importante que estés en un estado adecuado para continuar con el examen. Cuando estés lista, podemos continuar.


Carmen asiente, agradecida por la consideración y comprensión del médico. Después de unos momentos, se siente lista para continuar.


Carmen: Gracias, Dr. Gonzales. Me siento mejor ahora y estoy lista para continuar con el examen.


El Dr. Gonzales, consciente de que la posición en la que Carmen se encuentra puede no ser la más cómoda para realizar el examen rectal, sugiere un cambio de posición que facilite el procedimiento.


Dr. Gonzales: Carmen, para facilitar el examen rectal, te sugeriría que te recuestes de lado, flexionando las rodillas hacia el pecho. Esta posición ayudará a relajar los músculos y permitirá un acceso más cómodo al área que vamos a evaluar. ¿Estás de acuerdo con hacer este cambio de posición?


Carmen: Sí, Dr. Gonzales, estoy de acuerdo. Haré el cambio de posición que sugiere.


Carmen se acomoda en la posición indicada por el médico, sintiéndose más relajada y preparada para el examen rectal. El Dr. Gonzales, asegurándose de tener todo lo necesario, se acerca a ella con cuidado y continúa el procedimiento con su enfoque suave y profesional.


Dr. Gonzales: Gracias por tu disposición, Carmen. Antes de comenzar, permíteme explicarte cómo se realizará el examen rectal. Usaré un guante lubricado y suavemente introduciré mi dedo cubierto en tu recto para evaluar el estado de tu recto y los órganos vecinos. Es posible que sientas una leve presión o incomodidad, pero haré todo lo posible para que te sientas cómoda durante el proceso.


Carmen asiente, agradecida por la explicación detallada del médico. Aunque se siente un poco nerviosa, confía en la experiencia y el profesionalismo del Dr. Gonzales y sabe que está en buenas manos.


Carmen: Aprecio que me explique el procedimiento, Dr. Gonzales. Estoy lista para comenzar cuando usted lo esté.


El Dr. Gonzales se asegura de tener todo preparado, incluyendo el guante lubricado y los materiales necesarios. Él le brinda a Carmen la privacidad adecuada para que se sienta cómoda y lista antes de comenzar.


Dr. Gonzales: Gracias por tu paciencia, Carmen. Voy a proceder ahora. Por favor, intenta relajarte y respirar profundamente. Haré todo lo posible para que el examen sea rápido y lo menos incómodo posible.


Con manos expertas y un enfoque suave, el Dr. Gonzales lleva a cabo el examen rectal de Carmen, evaluando cuidadosamente el estado de su recto y los órganos adyacentes. Durante todo el proceso, el médico está atento a las reacciones de Carmen y ajusta su enfoque para garantizar su comodidad.


Carmen se concentra en relajarse y confiar en el juicio del médico. Aunque puede sentir cierta incomodidad, sabe que el examen es necesario para obtener una evaluación médica completa y precisa.


Una vez que el examen rectal ha sido completado, el Dr. Gonzales retira su dedo suavemente y proporciona a Carmen un momento para recuperarse y vestirse.



Carmen busca sus prendas de ropa, tomando su ropa interior y deslizándola suavemente hasta colocarla en su lugar. Luego, toma su sujetador y lo ajusta adecuadamente para brindarle comodidad y soporte. Con movimientos delicados, se pone sus pantalones, subiéndolos hasta la cintura y abrochando el botón.


Continúa vistiendo una blusa de manga corta, deslizando sus brazos con suavidad y acomodando la prenda sobre su torso. Luego, se pone sus calcetines y finalmente se desliza en sus zapatos, asegurándose de que estén cómodos y bien ajustados.


Una vez completamente vestida, Carmen se toma un momento para ajustar su ropa, asegurándose de que se sienta cómoda y lista para continuar con su día. Ella se ve elegante y segura mientras se prepara para salir de la consulta médica.


El Dr. Gonzales, atento a su privacidad y bienestar, espera pacientemente hasta que Carmen esté lista para partir. Se asegura de que se sienta cómoda y lista para enfrentar el mundo exterior nuevamente.


Después de que Carmen se viste, el Dr. Gonzales examina detenidamente los resultados y determina que es necesario aplicar una crema antihemorroidal para aliviar cualquier molestia o inflamación que pueda estar presente.


El Dr. Gonzales: (con voz amable) Carmen, según los resultados del examen, parece que hay un leve caso de hemorroides. No te preocupes, es algo común y tratable. Voy a recomendarte una crema antihemorroidal que te ayudará a reducir la inflamación y aliviar cualquier molestia que puedas estar experimentando.


Carmen: (asiente, agradecida por la claridad del médico) Entendido, doctor. ¿Cómo debo aplicar la crema?


El Dr. Gonzales: Primero, lávate las manos a fondo para asegurarnos de mantener una buena higiene. Luego, aplica una pequeña cantidad de crema en la punta de tu dedo limpio y suavemente, con movimientos circulares, masajea la crema sobre el área afectada alrededor del ano. Asegúrate de cubrir toda el área necesaria. Recuerda hacerlo con suavidad y sin aplicar demasiada presión.


Carmen: (escuchando atentamente) Entendido, doctor. Me aseguraré de seguir sus instrucciones cuidadosamente.


El Dr. Gonzales le entrega la crema a Carmen y le brinda instrucciones adicionales sobre la frecuencia y la duración del tratamiento. Él se asegura de que Carmen comprenda completamente el uso adecuado de la crema y responde a cualquier pregunta adicional que pueda tener.

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