Samantha y sus dos jovencitos sumisos
Samantha estaba emocionada por tener a Alex y Lucas en su departamento. Preparó algunas bebidas y aperitivos para compartir mientras hablaban y se ponían cómodos en su sala de estar.
Después de un rato, Samantha sugirió que jugaran a un juego de preguntas y respuestas para conocerse mejor. Alex y Lucas estuvieron de acuerdo y comenzaron a hacer preguntas personales y divertidas.
Poco a poco, la conversación se volvió más coqueta, y los tres comenzaron a insinuarse mutuamente. Samantha notó la tensión sexual en el aire y decidió tomar la iniciativa.
Se levantó del sofá y se acercó a los chicos. Comenzó a besuquear a Lucas y luego se dirigió a Alex para hacer lo mismo. Luego los llevó a la habitación, donde les pidió que se desnudaran.
Una vez que estuvieron desnudos, Samantha comenzó a acariciar sus cuerpos y a besarlos apasionadamente. Luego tomó a Alex por la mano y lo llevó a la cama, pidiéndole que se acostara boca arriba.
Samantha se puso un guante de látex y un poco de lubricante en el dedo y comenzó a estimular el ano de Alex suavemente. Luego le pidió a Lucas que se acercara y comenzó a guiarlo en la penetración anal de Alex.
Samantha siguió estimulando a Alex mientras Lucas lo penetraba, y los dos hombres gemían de placer. Luego, Samantha sugirió que cambiaran las posiciones y Lucas se acostara boca arriba mientras Alex lo penetraba.
Samantha se paro en medio de la habitacion, Lucas arrodillado atras suyo lamiendo su ano, y Alex por delante lamiendo su vulva. Samantha se sentía en el éxtasis, con los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás, sintiendo cómo la lengua de Lucas exploraba cada rincón de su ano mientras Alex la hacía estremecer con su lengua en su clítoris. Los gemidos de placer de Samantha llenaban la habitación, mientras los hombres se entregaban a la tarea de darle placer.
De repente, Samantha sintió que su cuerpo se tensaba, y sus gemidos se convirtieron en un grito de placer. Los hombres continuaron lamiéndola suavemente hasta que Samantha recuperó el aliento y abrió los ojos, sonriendo a los dos hombres que la habían llevado al clímax.
"Ustedes dos son increíbles", dijo Samantha, acariciando las cabezas de los dos hombres. "Pero no puedo decidir quién es mejor en esto".
Lucas y Alex se miraron el uno al otro y se rieron, mientras Samantha se sentaba en el sofá, sintiéndose satisfecha y complacida.
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