Noelia, embarazada, va al ginecologo


Noelia, una joven de 26 años, embarazada de 7 meses, llegó al consultorio del Dr. González con cierta ansiedad. Al entrar, notó que el ambiente era agradable y tranquilo, lo que la hizo sentir un poco más relajada. Sabía que necesitaba un chequeo prenatal para asegurarse de que todo estaba bien con su bebé, y estaba decidida a hacerlo.

El doctor González la recibió con una sonrisa amable y la invitó a sentarse. Después de una breve conversación para conocer su historial médico, el doctor comenzó a examinarla. Primero, escuchó el latido del corazón del bebé y le midió la presión arterial. Luego, le pidió que se desvistiera para realizarle un examen más detallado.

Noelia se sintió un poco cohibida al desnudarse, pero el doctor la tranquilizó y le explicó cada paso del examen. Le revisó el abdomen para asegurarse de que el bebé estaba creciendo adecuadamente y le preguntó sobre cualquier síntoma o molestia que pudiera estar experimentando.

 Comenzó el examen de senos, palpando cuidadosamente cada uno y preguntando a Noelia si experimentaba dolor o incomodidad en alguna área en particular.

"No siento ningún dolor ni incomodidad", respondió Noelia.

"Perfecto", dijo el doctor mientras seguía examinando sus senos y pezones. "¿Puedes decirme si tus pezones tienen alguna sensibilidad a los roces o a la presión?"

"No, doctor, todo está bien", respondió Noelia, tratando de mantener la calma mientras sentía un poco de incomodidad por la presión en sus pezones.

El doctor González asintió con interés y continuó con el examen. Mientras palpaba sus senos, notó que efectivamente había un poco de líquido transparente en los pezones de Noelia.

"Esto es calostro, es completamente normal durante el embarazo", explicó el doctor. "Es una señal de que tus pechos se están preparando para la lactancia materna después de dar a luz".

Noelia se sintió aliviada al escuchar eso y también un poco emocionada ante la idea de amamantar a su bebé en el futuro.

"Me alegro de que me lo haya explicado, doctor", respondió Noelia con una sonrisa. "No estaba segura si era algo normal o si tenía que preocuparme".

"Por supuesto, Noelia. Es importante que sepas lo que está sucediendo en tu cuerpo durante el embarazo y te sientas cómoda y segura", respondió el doctor González con amabilidad.

Continuó con el examen de los pezones, preguntando a Noelia sobre su sensibilidad a los roces, a la presión y al dolor, para asegurarse de que todo estaba en orden.

"Noelia, voy a aplicarte una crema en los pezones para evitar la sequedad y posibles fisuras que puedan ocurrir durante la lactancia", explicó el doctor González mientras tomaba una crema hidratante y sin aroma.

"Gracias, doctor", respondió Noelia, sintiendo un alivio en sus pezones al momento en que el médico aplicaba la crema. "A veces siento que se ponen demasiado sensibles y hasta me duelen".

"Sí, es normal que durante el embarazo tus pezones se vuelvan más sensibles y tengan cierta incomodidad", confirmó el doctor. "Es importante mantenerlos hidratados para evitar problemas en la lactancia".

Noelia asintió, agradeciendo la atención del doctor y sintiéndose aliviada al saber que su incomodidad era normal y tratable.

"Esto debería ayudar a reducir la sensibilidad y molestias en tus pezones, Noelia", dijo el doctor González mientras se aseguraba de aplicar suficiente crema en cada pezón. "Si tienes alguna incomodidad, por favor, házmelo saber inmediatamente".

Noelia asintió, sintiendo una sensación refrescante en sus pezones a medida que la crema se absorbia en su piel. "Gracias, doctor", dijo con una sonrisa de alivio. "Realmente aprecio su atención y cuidado".

El doctor González asintió y comenzó a limpiar sus manos y equipo de examen. "No hay problema, Noelia. Es importante que te sientas cómoda y segura durante tus exámenes prenatales".

"Ahora necesito que te recuestes en la camilla y coloques los pies en los estribos", indicó el doctor mientras preparaba su equipo. "Voy a realizar un examen vaginal y del clítoris para verificar que todo esté en orden".

Noelia asintió y se acomodó en la posición indicada, sintiéndose un poco nerviosa por lo que vendría a continuación. El doctor se colocó sus guantes y comenzó a examinar su vulva, comprobando la presencia de flujo y realizando una observación cuidadosa del clítoris.

"Todo parece normal hasta ahora", dijo el doctor mientras continuaba con el examen. "¿Sientes alguna molestia o dolor en esta zona?"

"No, por ahora todo está bien", respondió Noelia con cierto alivio.

El doctor González continuó con el examen vaginal, explorando con cuidado y verificando que todo estuviera en su lugar. Durante el proceso, le explicaba a Noelia lo que estaba haciendo y para qué servía cada parte del examen.

El doctor González comenzó a examinar su vagina y clítoris con sumo cuidado, preguntándole a Noelia si sentía algún tipo de dolor o incomodidad. Mientras tanto, ella trataba de mantener la calma, pero no podía evitar sentirse un poco nerviosa por la situación. 

De repente, Noelia sintió una oleada de placer que la tomó por sorpresa. "Doctor, lo siento, creo que estoy teniendo un orgasmo involuntario", dijo avergonzada.


El doctor González se tomó unos segundos para evaluar la situación y le preguntó si estaba bien. "Sí, estoy bien, pero me siento un poco avergonzada", respondió Noelia, tratando de controlar su respiración.

Noelia respiró hondo y trató de calmarse, sintiendo el calor en sus mejillas. Finalmente, asintió y se preparó para continuar con el examen.

El doctor González procedió a examinar su vagina con el espéculo, observando cuidadosamente las paredes internas y el cuello uterino. "Todo parece estar en orden", dijo mientras retiraba el espéculo.

Luego, el doctor examinó su clítoris con suaves movimientos circulares, evaluando su tamaño y sensibilidad. Noelia se estremeció ligeramente ante el contacto, pero trató de mantenerse relajada.

El doctor González continuó con el examen, aplicando una leve presión en el clítoris para evaluar su sensibilidad. Noelia se sentía cada vez más excitada, pero intentó controlarse para no tener otro orgasmo involuntario.

"¿Sientes alguna molestia o dolor en el área del clítoris?", preguntó el doctor mientras seguía evaluando la zona.

"No, en absoluto", respondió Noelia, notando que su respiración se estaba acelerando.

El doctor González continuó con el examen, explorando la zona vaginal con sus dedos para evaluar el tamaño y la textura del canal vaginal. Noelia se sentía cada vez más húmeda, pero trató de mantenerse lo más tranquila posible.

El doctor notó la humedad y la excitación de Noelia, y decidió hacerle una pregunta importante. "Noelia, ¿has experimentado sangrado vaginal en algún momento durante el embarazo?"

"No, doctor, no he tenido ningún tipo de sangrado", respondió Noelia con preocupación.

"Excelente", respondió el doctor González, "eso es una buena señal. Ahora, necesito que te des la vuelta y te coloques en posición fetal para realizar el examen rectal".

Noelia obedeció, sintiéndose un poco incómoda por la posición, pero sabiendo que era necesario para su salud y la del bebé. El doctor González se colocó los guantes y aplicó un poco de lubricante antes de comenzar el examen. Mientras se adentraba en su recto, Noelia se tensó un poco, pero trató de relajarse lo más posible.

Noelia asintió, un poco preocupada pero entendiendo la importancia del examen. Se acomodó en la camilla y el doctor procedió a colocar el endoscopio para examinar su recto. Noelia se esforzó por mantener la calma y relajarse, pero la sensación era incómoda.

Después de unos minutos, el doctor retiró el endoscopio y le informó que todo parecía estar bien en su recto. Noelia se sintió aliviada y agradecida por la atención del médico.

Sin embargo, cuando intentó ponerse de pie, notó que su ropa interior estaba húmeda y se dio cuenta de que había tenido otro orgasmo involuntario durante el examen rectal. Se sintió un poco avergonzada y trató de ocultar su incomodidad al ponerse de pie.

El doctor notó su incomodidad y la tranquilizó, asegurándole que los orgasmos involuntarios durante los exámenes médicos eran más comunes de lo que la gente pensaba. Noelia se sintió un poco mejor al saber que no era la única en experimentar esto.

El doctor González le indicó a Noelia que se colocara en posición cómoda para poder aplicar la crema en la zona afectada. Mientras Noelia se acomodaba en la camilla, el doctor preparó la crema antihemorroidal y comenzó a aplicarla suavemente en la zona inflamada.

"No te preocupes, Noelia. Las hemorroides son bastante comunes durante el embarazo debido al aumento de la presión en la zona rectal y anal. Pero con el tratamiento adecuado, se pueden tratar fácilmente", explicó el doctor González mientras terminaba de aplicar la crema, introduciendo un poco su dedo en el ano de Noelia.

Noelia asintió, sintiéndose un poco más tranquila al saber que su problema era común y tratable. "Gracias, doctor. Me siento mucho mejor ahora", respondió con una sonrisa de alivio.

"De nada, Noelia. Siempre estoy aquí para ayudarte en lo que necesites. Recuerda que es importante que sigas las recomendaciones médicas y mantengas una buena higiene en la zona afectada para que puedas recuperarte lo más pronto posible", dijo el doctor González mientras guardaba los instrumentos y le entregaba un folleto con las indicaciones y cuidados necesarios.

Noelia agradeció al doctor y se levantó de la camilla, sintiéndose más cómoda y aliviada después del examen. Con las indicaciones del doctor en mente, se dispuso a cuidar su salud y la de su bebé de la mejor manera posible.

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