Isabella Capítulo 23 "Gabriela goza dos hombres"
Gabriela comenzó a sentir una atracción cada vez mayor hacia Alejandro, lo que no pasó desapercibido para Daniel, quien comenzó a sentir ciertos celos. Gabriela intentaba disimular sus sentimientos, pero a veces se le escapaba una mirada o un roce que delataba sus verdaderas intenciones.
Mientras tanto, Samantha e Isabella se encontraban cada vez más cómodas entre ellas, explorando su relación y disfrutando de su amor.
Un día, mientras estaban todos juntos en casa, Gabriela aprovechó un momento a solas con Alejandro para confesarle sus sentimientos. Alejandro se sorprendió, pero también se sintió halagado. A pesar de que no se sentía atraído por Gabriela de la misma manera, valoraba su amistad y no quería perderla.
Daniel, por su parte, no sabía cómo reaccionar. Por un lado, se sentía celoso de la atención que Gabriela le estaba dando a Alejandro. Pero por otro lado, no quería que su relación con Gabriela se viera afectada. Decidió hablar con ella y dejar claro que aunque podían tener fantasías y deseos, su amor y compromiso era entre ellos dos.
Gabriela entendió y respetó la decisión de Daniel, pero no pudo evitar sentir una pequeña decepción. Sin embargo, aceptó que su amistad y su poliamor eran importantes para ella y que no iba a arriesgarlos.
Mientras tanto, Samantha e Isabella seguían disfrutando de su amor y explorando nuevas formas de expresión. Juntas, decidieron proponerle a los demás una aventura en la que todos pudieran explorar sus deseos y fantasías sin comprometer su amor y respeto mutuo.
Gabriela se acercó lentamente a Alejandro, quien estaba sentado en el sofá, y comenzó a acariciarle el brazo con ternura. Alejandro la miró directamente a los ojos y sintió un cosquilleo en el estómago. Nunca había sentido una atracción así por alguien que tuviera un pene.
Daniel, que estaba sentado en una silla cercana, notó la interacción entre ellos y comenzó a sentir una punzada de celos. Sin embargo, no podía negar que ver a Gabriela y Alejandro juntos era increíblemente sensual.
Gabriela, sintiendo la tensión en el aire, decidió tomar la iniciativa. Se acercó a Alejandro y lo besó suavemente en los labios, sintiendo su lengua cálida y húmeda. Alejandro respondió con pasión, y pronto estaban besándose apasionadamente.
Daniel, incapaz de resistirse, se acercó y comenzó a acariciar a Gabriela. Ella gimió suavemente en su boca mientras él le acariciaba el pecho con una mano y le bajaba el pantalón con la otra. Daniel, incapaz de resistirse, se acercó y comenzó a acariciar a Gabriela. Ella gimió suavemente en su boca mientras él le acariciaba el pecho con una mano y le bajaba el pantalón con la otra. Gabriela tenia su pene aun flacido, Daniel la beso y la ereccion de Gabriela comenzó a crecer entre sus piernas. Alejandro, viendo la escena, se acercó por detrás de Daniel y comenzó a acariciar su cuello y sus hombros, sintiendo el calor de sus cuerpos juntos.
Gabriela, cada vez más excitada, se deslizó debajo de los dos hombres, tocando sus cuerpos mientras les besaba y acariciaba. Los tres se entregaron al placer, explorando cada centímetro de la piel del otro con sus manos y sus bocas.
Mientras tanto, Samantha e Isabella observaban con admiración, sintiendo una fuerte atracción entre ellas que no podían negar. Decidieron unirse a la acción, acariciando los cuerpos de los tres hombres y de Gabriela, mientras se besaban y se tocaban entre ellas.
Pronto, Gabriela tomó el pene de Alejandro en su boca y comenzó a practicarle sexo oral, mientras Daniel besaba y acariciaba su cuerpo. Samantha e Isabella observaban todo con admiración y excitación, sin perder detalle de cada movimiento.
La atmósfera en la habitación era cada vez más intensa y sensual, con los gemidos y susurros de placer de cada uno de los presentes. Gabriela tomó el control y comenzó a dirigir la escena, indicando a cada uno qué hacer y cómo hacerlo, llevando a cada uno al límite del placer.
Finalmente, todos alcanzaron el orgasmo, sintiendo una mezcla de éxtasis y satisfacción. Gabriela, Daniel, Alejandro, Samantha e Isabella se abrazaron y besaron, sintiendo el amor y la complicidad que habían construido a través del poliamor.
La noche terminó con una cena juntos, disfrutando de la compañía del otro y reflexionando sobre la belleza del amor en todas sus formas.
Comentarios
Publicar un comentario