Isabella Capítulo 22 "Daniel prueba el sabor del semen de Alejandro"








 Samantha y Alejandro llegaron juntos en la moto de Alejandro. Los demás estaban en la cocina, preparando el almuerzo del domingo.


"Chicos, les presento a Alejandro", dijo Samantha al entrar en la cocina.


Todos levantaron la cabeza para ver al nuevo invitado.


"Mucho gusto, chicos", dijo Alejandro, sonriendo.


Los demás respondieron con un saludo y algunos preguntaron cómo estaba Alejandro.


"Estoy muy bien, gracias", respondió Alejandro.


Samantha se acercó a la cocina y se ofreció a ayudar a los demás con la comida.


"Miren, yo también sé cocinar un poco", dijo, sonriendo.


Los demás la miraron con sorpresa y luego con alegría, y le agradecieron por su ayuda.


Mientras cocinaban, hablaban y se reían. Gabriela estaba un poco callada, observando a Alejandro con curiosidad. Isabella notó su mirada y le preguntó si estaba bien.


"Sí, estoy bien", respondió Gabriela, sonriendo.


Después de un rato, la comida estuvo lista y se sentaron a la mesa a disfrutarla. Durante la comida, Alejandro habló un poco sobre su vida y su trabajo, y los demás contaron historias divertidas y compartieron sus propias experiencias.

La sobremesa transcurría en medio de un ambiente relajado. Todos se encontraban tomando vino y compartiendo anécdotas mientras disfrutaban de la tarde de domingo. Samantha no podía evitar sentirse atraída por Alejandro, y le contaba cómo era su estilo de vida en el poliamor.


"Verás, Alejandro, aquí en esta casa todos somos parte de una relación poliamorosa. Significa que estamos todos juntos, compartiendo nuestras vidas y amor, pero cada uno de nosotros tiene libertad para tener relaciones con otras personas", explicó Samantha, mientras se servía un poco más de vino.


Alejandro parecía un poco sorprendido ante la revelación, pero intentaba mantener la compostura. "Eso suena muy interesante", respondió, tratando de no parecer demasiado incómodo.


Isabella se sumó a la conversación, contando algunas de las ventajas que encontraban en el poliamor. "Es genial porque nos da la libertad de explorar nuestra sexualidad y nuestras emociones, sin sentirnos atrapados en una sola relación monógama", dijo con una sonrisa.


Gabriela asintió con la cabeza, agregando: "Además, nos permite sentirnos más unidos como grupo y tener una comunicación más abierta y honesta entre nosotros".


Daniel, que parecía un poco más callado que de costumbre, finalmente habló: "Es cierto que tiene sus desafíos, pero también es una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido en mi vida".

Alejandro le pregunto a Daniel si se siente atraido por el género masculino, a lo que Daniel responde con una sonrisa: "Bueno, en realidad me atraen las personas, más allá de su género o identidad sexual". Gabriela, quien hasta ese momento se había mantenido en silencio, asiente con la cabeza en señal de acuerdo.


Samantha aprovecha la oportunidad para comentar que en el poliamor, la orientación sexual no es una limitación para las relaciones y que lo importante es el amor y el respeto mutuo. Isabella agrega que ella también se considera bisexual y que ha tenido relaciones con hombres y mujeres por igual.


El ambiente se torna un poco más serio cuando Alejandro pregunta sobre los celos y cómo se manejan en una relación poliamorosa. Gabriela explica que, aunque es normal sentir celos en cualquier relación, en el poliamor se trabaja mucho en la comunicación y en la confianza para que estos sentimientos no afecten la dinámica del grupo.

Gabriela, Samantha e Isabella intercambian miradas cómplices al notar el deseo en los ojos de Daniel. Deciden ayudarlo a seducir a Alejandro, quien se encuentra un poco incómodo por la situación.


Gabriela comienza a acariciar suavemente el brazo de Alejandro, mientras Samantha le sirve más vino. Isabella se sienta junto a Daniel y le susurra al oído: "¿Te gusta lo que ves?". Daniel asiente con la cabeza, y Isabella continúa: "Entonces no te detengas, ve por lo que quieres".

Gabriela, Samantha e Isabella se acomodan en el sofá, observando con atención mientras Daniel se acerca lentamente a Alejandro, sintiendo el palpitar de su corazón en su pecho. Alejandro lo mira a los ojos, casi hipnotizado por su mirada intensa y llena de deseo.


Daniel se acerca más, y sin decir una palabra, le roba un beso suave y apasionado a Alejandro. Él se sorprende, pero luego se deja llevar por el momento, correspondiendo el beso con intensidad.


Mientras tanto, Gabriela, Samantha e Isabella se miran entre sí, sonriendo con complicidad. Saben que están presenciando algo especial, algo que nunca antes habían visto en el grupo.


Después de un rato, Daniel y Alejandro se separan, sonrojados y con una sonrisa tímida en los labios. Todos se sienten un poco incómodos por el silencio que se ha creado en la habitación, pero pronto Gabriela rompe el hielo.


"¡Eso fue increíble!", dice Gabriela emocionada, rompiendo el silencio. "¿Cómo te sientes, Daniel?".


"Me siento muy bien", responde Daniel, todavía sonrojado. "Alejandro es una persona muy especial, y no pude resistirme a la tentación".


"¡Me encanta!", exclama Samantha. "¿Qué piensas tú, Alejandro?".


Alejandro sonríe, todavía un poco sorprendido por lo que acaba de pasar. "Me siento muy afortunado de haber compartido este momento con todos ustedes", responde. "Nunca pensé que algo así pudiera pasar, pero me siento muy bien".


Gabriela, Samantha, e Isabella se acercaron a los hombres y comenzaron a desabotonar sus camisas, mientras se miraban con complicidad. No había nada vulgar en la manera en que lo hacían, era como si estuvieran ayudando a sus amigos a sentirse cómodos. Una vez que estuvieron desnudos de cintura para arriba, se sentaron en el sofá, mientras Gabriela, Samantha e Isabella se acomodaron en los sillones, observando atentamente.


Daniel y Alejandro se sentaron uno al lado del otro, sus piernas se tocaban ligeramente. Daniel estaba nervioso, pero también excitado. Alejandro parecía relajado, pero también un poco ansioso. No sabía lo que iba a pasar a continuación, pero estaba dispuesto a descubrirlo.


Gabriela se acercó y comenzó a acariciar el cabello de Daniel, mientras que Samantha y Isabella acariciaban su pecho y su abdomen. Alejandro observaba todo, sin saber qué hacer.


Entonces, Gabriela se acercó a él y comenzó a besarlo suavemente en los labios. Alejandro estaba sorprendido, pero también disfrutaba del beso. Pronto, comenzó a corresponderle, mientras que Daniel miraba con deseo.


Samantha e Isabella se acercaron y comenzaron a acariciar a Alejandro, mientras que Gabriela seguía besándolo. Daniel observaba todo con envidia, queriendo unirse a ellos.


Entonces, Gabriela lo invitó a acercarse, y comenzó a besarlo también. Los tres se besaban, mientras que Samantha e Isabella acariciaban sus cuerpos. Daniel se acercó y comenzó a tocar a Alejandro, mientras besaba a Gabriela.


La habitación estaba llena de gemidos y suspiros de placer, mientras los cuatro se entregaban a la pasión. Gabriela, Samantha e Isabella se habían convertido en cómplices en la seducción de Alejandro, ayudando a que Daniel satisficiera sus deseos.

Lentamente, Daniel se acerca a Alejandro y comienza a deslizar sus manos sobre su pecho, mientras lo mira intensamente a los ojos. Alejandro se deja llevar y cierra los ojos, mientras Daniel desabotona su pantalón y comienza a deslizarlo hacia abajo. Con delicadeza, Daniel toma el pene de Alejandro y lo introduce en su boca, moviéndose con suavidad y saboreando cada instante.


Gabriela, Samantha e Isabella observan con respeto, sabiendo que están siendo testigos de un momento íntimo entre dos hombres. Pero a medida que la pasión se intensifica, Gabriela se acercó a Daniel y comenzó a acariciar su espalda suavemente mientras él continuaba practicándole sexo oral a Alejandro. Isabella y Samantha se acercaron también, acariciando y besando los cuerpos de los dos hombres.


Gabriela, sintiendo la excitación en el ambiente, decidió utilizar su pene para participar en la acción. Con cuidado y delicadeza, comenzó a penetrar a Daniel por detrás, mientras él seguía atendiendo a Alejandro.


Alejandro, por su parte, se encontraba en un estado de éxtasis absoluto, disfrutando de las atenciones de Daniel y la presencia de las tres mujeres. Mientras tanto, Daniel se dejaba llevar por el placer que Gabriela le proporcionaba.


Después de que Alejandro alcanzara el clímax, Daniel se tomó un momento para saborear el sabor del semen en su boca. Luego, con delicadeza, se acercó a Alejandro y lo besó con ternura, compartiendo el sabor del semen entre sus bocas. 


Gabriela, Samantha e Isabella los miraban con admiración, sintiendo una mezcla de excitación y ternura por la escena que acababan de presenciar. 

Isabela y Samantha se acercan a Gabriela, quien todavía tiene el pene erecto, y comienzan a acariciarlo suavemente. Gabriela cierra los ojos y suspira de placer. Mientras tanto, Daniel y Alejandro se miran a los ojos, todavía desnudos en la cama, y se dan cuenta de que lo que acaba de suceder entre ellos ha sido algo especial y emocionante.


Gabriela, Isabela y Samantha continúan acariciando y besando a Gabriela, quien comienza a gemir suavemente. Daniel y Alejandro se levantan de la cama y se acercan a ellas, admirando la escena. Isabela y Samantha los invitan a unirse, y los dos hombres comienzan a acariciar a Gabriela también.


La habitación se llena de gemidos y suspiros de placer mientras los cuatro disfrutan de la intimidad juntos. Después de un rato, deciden tomarse un descanso y preparar la cena juntos.


La noche continúa con risas, conversaciones y más intimidad compartida entre los cuatro, quienes se sienten más unidos que nunca.

Sin embargo, en este momento se produce un breve silencio. Los cuatro se miran a los ojos, y de repente, comienzan a reír. La risa hace que la tensión desaparezca, y los cuatro se abrazan, sintiéndose más unidos que nunca.


Después de un momento de descanso, los cuatro se visten y se sientan juntos a la mesa para seguir charlando y disfrutando del almuerzo. A medida que avanza la tarde, los integrantes del grupo se despiden, con la promesa de volver a encontrarse pronto.


Mientras Alejandro se va en su moto, Daniel se queda mirándolo con una sonrisa en los labios, sintiéndose agradecido por la nueva experiencia que acaba de vivir. Gabriela, Samantha e Isabella se quedan juntas en la casa, compartiendo sus impresiones sobre la tarde y la felicidad de haber compartido un momento tan especial con sus seres queridos.

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