Martina (20) nace el triamor. Trío. Comienzo de todo

 



Como siempre comienzo describiendo a Eve, mi mujer. 30 años recién cumplidos. Mide 1,70m, un culito hermoso, tetas operadas, grandes, pero no desproporcionadas, morocha de pelo lacio y ojos medios verdes, medios marrones, contextura tirando a chica de gym, cuerpo definido, pero sin llegar a estar marcada, ese color de piel que parece apenas bronceado en invierno.


Para Martina van a tener que esperar un poquito, al momento que la conocimos.


Esta es una historia divina de algo que comenzó hace un par de meses. Salimos de joda los 2 solos a una fiesta loca en una quinta. De esas que invitan al amigo de un amigo que te dice de ir y te copó la idea, pero él después se baja y terminás yendo igual por manija.


El clima estaba hermoso, de las primeras noches de calor, me puse una camisa blanca, un jean oscuro y zapatillas cómodas.

Eve una pollerita negra que si se distrae un segundo se sube y se le ve el culo asomando por lo bajo, un top muy jugado y unas zapatillas con plataforma tacos no porque es afuera sobre cesped.

En medio de la noche digamos que ninguno de los 2 estaba con sus capacidades cognitivas normales Eve pisa mal, cae sobre mi, la agarro, pero lo que quedaba de mi trago le cae en el pantalón a una chica del grupo de 4 chicas que estaban al lado nuestro. Le pedimos disculpas y nos podemos a hablar con ellas, voy a comprar un par de tragos más y traje 3 tragos, uno para Eve, uno para mi y el otro para Flor, la chica que empapamos sin querer, a modo de disculpa. Charlamos un rato más, ellas eran de cerca de casa y solían ir a este tipo de fiestas. Un ratito después llegó Martina, la que faltaba en su grupo, llegó tarde porque venía de un compromiso familiar. Nos saludó, preguntó de dónde salimos y nos integró de 10.


Les cuento, Martina es petisa, no llega a 1,60. 20 años, rubia natural, ojos celestes, una cara divina, delicada, tetas naturales de lindo tamaño, el culo hermoso, un cuerpo todo entrenado. Ella llegó vestida con una remerita blanca tipo top bien suelta, como para que con el movimiento se vea el corpiño violeta con brillos y un short engomado negro.

No es de acá, vino a BsAs por estudio, vive a 5 minutos de nuestra casa y las amigas con las que estaba son de la facu, no tiene otro entorno acá. No labura, la familia la banca económicamente en todo. Realmente tienen de sobra.


Esto entre nosotros 2:

S: Mi amor, esta pendeja que llegó recién... Te va?

E: Me recontra va. Vos decís que se prende?

S: Tenemos toda la noche para averiguarlo.

E: Bueno, pero veamos que onda, dejémosla que se pique y la encaramos.


Hablamos bastante con todas las del grupo, pero nuestro objetivo estaba claro.

Pasada una hora más o menos de la llegada de Martina nos viene a hablar.


M: Chicos, les puedo decir algo?

E: Sí linda, obvio.

M: Nunca me interesó tener pareja, pero de tenerla le gustaría que sea como son ustedes, que salen de joda, se demuestran amor, de admiran uno al otro. Observo mucho a las parejas y muy pocas veces se las ve así.

E: Ahhh gracias!!! Somos libres, nos sentimos así juntos.

S: Hoy no se me ocurriría otra forma de estar en pareja.

M: Cómo que libres?

E: Sí, hacemos lo que queremos, hablamos de todo sin filtro, sin problemas.

M: Pero libres de pareja abierta?

S: Con reglas, no abierta abierta.

E: Claro, podemos hacer cosas fuera de la pareja, pero hablado, ambos estamos de acuerdo con eso y listo.

M: (A Eve) Supongamos que yo te quiero dar un beso a vos, tenés que pedirle permiso a él?


Eve le da una especie de pico-minichape a Martina.


E: No, dentro de las reglas está que yo puedo besarme con otra chica, no hace falta pedirle permiso.

S: Solo le pido que me avise para que yo lo pueda ver y calentarme.

M: Y supongamos que lo quiero besar a él?

E: Tengo que autorizarlo yo, antes que lo pregunten tienen mi autorización.


Martina hizo un paso hacia mi, me tomó con ambas manos de mi rostro de una manera super tierna y me dio un beso suave y hermoso. Con cariño y pasión a la vez. Corto, con la duración perfecta para dar paso a lo que siguió.

Acto seguido nos besamos los 3 de la misma manera y comenzamos a tocarnos, acariciarnos, el éxtasis se apoderó de nosotros y realmente no distinguíamos entre pareja de casados y chica que recién conocíamos. Era todo por igual, plena pasión y calentura que no paraba de incrementarse.

La invitamos a casa, pedimos un auto y nos fuimos los 3.


Llegamos, creamos un lindo ambiente con música y luces tenues.


S: Busco algo para tomar y vengo.

M: Traé algo para brindar por ustedes.

E: Vamos a brindar por vos hermosa. Primero vamos a ocuparnos de vos. Vamos a hacer que la pases muy bien.

M: Y yo de ustedes lindos.


Martu me besó a mi, después se colgó de Eve, se besaron y la petisa empezó a comerle el cuello mientras le mandó la mano por debajo de la pollera, empezó a tocarla, le arrancó la tanga y la recostó en el sillón, se arrodilló en el suelo, le levantó la pollera y empezó a comerle la concha a mi mujer.

Nunca la había escuchado gemir así solo por una lengua, definitivamente Martu tiene una destreza sin precedentes. Eve acaba brutalmente y Martina se detiene, se da vuelta, me mira, yo obviamente estaba observando la escena y el jean me contenía la pija que estaba durísima, me dolía de lo que me apretaba.


M: Que rica concha que te comés Santy. Riquísima. -Le pasó la lengua suavemente y la miró a los ojos.

E: No se como hacés, pero me volvés loca.

M: Hago lo que merecés.

E: Mi amor, encargate de desnudar a esta pendeja porque vamos a devolverle el favor que me hizo recién. Necesito un minuto.


Le indiqué a Martina que se pare, vino de frente a mi caminando unos pasos, la hice girar y ambos quedamos de frente a mi mujer, la tomé de la cintura con ambas manos para apretarla contra mi cuerpo y que me sienta la pija bien dura apoyándole el culo. Ambos mirábamos fijo a Eve mientras nos arrancábamos la ropa mutuamente. Yo le mordisqueaba el cuello a Martina, mis manos le recorrían todo el cuerpo. Ella se dedicaba a gozar, tocarme, tocarse, mirar a mi mujer que se iba terminando de desnudar solita, pero a la par nuestra.

Ya los 3 desnudos pasé mi pija entre las piernas de Martu, para que se asome por delante en cada apoyada, con una mano la tenía de la cintura para mantener el ritmo, con la otra le tocaba las tetas, el cuello como ahorcándola suavemente, después con esa mano le metí un par de deditos en la concha y se los llevé directo a la boca para que chupe sus propios jugos, cosa que hizo con una cara de puta tremenda. Eve nos miraba y se tocaba.


E: Vamos a activar esto chicos.

M: A tus ordenes hermosa.

E: Mi amor, tirate en el sillón y vos chiquita vas a ser nuestra putita.

M: Lo que usted quiera señora, estoy para complacerlos.

E: Estamos para complacerte.

M: Que querés que haga?

E: Sentate sobre la pija de Santy, pero dale la espalda, te quiero mirándome a mi, a los ojos, quiero ver esa cara de putita mientras te entra cada centímetro de la pija de mi marido.

M: Con todo gusto, pero antes le puedo dar una chupadita?

E: Tantas ganas tenés de chuparle la pija a mi marido que no te podés contener?

M: Evidentemente, aparte no acostumbro a cogerme una pija sin chuparla antes.

E: Te concedo el permiso, pero rápido porque interfiere con mi plan.


Martina me chupó la pija unos segundos, ni un minuto debe haber sido, me volvió loco, se paró, se dio media vuelta y agarrándome la pija para ubicarla se sentó sobre mi mirando a los ojos a mi mujer. Ellas se miraban fijo mientras la pendeja me cabalgaba, se movía, gemía.

Eve se acercó y le comió la boca de un beso llevándola hacia atrás, para que quede recostada sobre mi. Con su boca fue bajando por el cuerpo de nuestra invitada hasta llegar a estimularle su conchita e indirectamente mi pija. Casi instantáneamente nuestra querida Martina tuvo su primer orgasmo a nuestro lado. Intenso, las contracciones de su concha me apretaron la pija y sus piernas temblaron por unos segundos. Yo seguí moviéndome despacio, lo mismo hacía Eve con su lengua mientras la veinteañera recuperaba ritmo.


M: Chicos, acabo de tener el orgasmo más zarpado de mi vida. Gracias a ustedes.

E: Nada de gracias querida, lo hacemos porque queremos y ese fue el más zarpado hasta ahora.

M: Nunca había probado pija y lengua a la vez.

E: Me diste una idea, en 2 minutos los espero en la habitación. Preparate chiquita.


Eve se fue a la habitación, yo ya me imaginaba por dónde venía el tema.

Martina se dio vuelta quedando recostada sobre mi, pero cara a cara.


M: Que va a hacer?

S: "Que te vamos a hacer?" Es la pregunta

M: Que me van a hacer?

S: La verdad no se, pero te va a encantar, eso seguro.

M: Yo me dejo llevar por todo, pero tipo sadomasoquismo no me gusta. Suave me lo banco, pero...

S: No, el sado no nos va. Quedate tranquila que si acabaste lindo recién, seguro te espera algo mucho mejor.

M: Mirá que confío en vos.

S: Confiá en nosotros Martu.

M: Perdón, me puse nerviosa por un momento.

S: No pasa nada, solo te espera en la habitación la mujer del tipo que te acabás de garchar y estás desnuda recostada sobre él. -Le dije riéndome.

M: En serio, confío en ustedes, la estoy pasando muy bien y me siento libre.

S: Nosotros también, nos caíste de 10.


La besé y la abracé. Más allá de la infinita calentura que ya tenía me provocó ternura. Nos quedamos así unos segundos hasta que Eve nos llamó.


E: Vengan, los espero, cierren la puerta para que quede todo oscuro!

S: Yendo no, llegando!

M: Santy, no me vas a anticipar nada. -Me susurró

S: Realmente no se que nos espera, pero seguro nos va a gustar. Es lo hermoso de Eve.


Entramos a la habitación, cerramos la puerta y la oscuridad era casi absoluta.

Fui guiándola a Martu hasta la cama, nuestros ojos acostumbrados a la luz no veían casi nada.


E: Sentate ahí en la puntita de la cama. Se nota que a esa boquita le gusta chupar pijas. Vas a chupar de a 2, la de carne de Santy y la mía de goma.


Eve se paró a mi lado con su cinturonga puesta y la pendeja sentada empezó a chuparme la pija a mi, cambiaba por el juguete de mi mujer y a veces intentaba meterse las 2 a la vez en la boca.

Con Eve nos besábamos, nos tocábamos mientras Martina chupaba y chupaba.

Desde atrás busqué la concha de mi mujer para meterle un dedito y me encontré que ya tenía uno adentro de Martina, obviamente se lo metí y nos divertimos un rato así.


E: Bueno, me está gustando esto de ser directora de orquesta. Hagan un 69, vos Santy abajo, que a la pendeja esta la quiero en 4 para cogérmela apoyándole el culo.


Así hicimos, me recosté, Martina se sentó sobre mi cara, la penetré con la lengua y mientras comenzaba a besarle la concha se recostó sobre mi y fue directo a chuparme los huevos y pasarse la pija por la cara, después volvió a comerme la pija.

Eve se puso sobre mi y empezó a cogerse a la pendeja que no tardó en ir dejando mi pija de lado de todo el placer que estaba recibiendo por nuestra parte. Tiene un gemido muy especial cuando está por acabar, es suave, pero intenso, luego larga un suspiro largo al comienzo del orgasmo y sigue gimiendo como antes hasta que finaliza y se le fueron todas las fuerzas, literalmente cayó sobre mi cuerpo toda acabada.

Yo continué besándole la conchita despacito, bebiendo de sus jugos sexuales, sintiendo ese sabor hermoso. Ella fue retomando la chupada de pija que me estaba dando. Eve fue entre mis piernas y empecé a sentir como me metía un consolador chiquito en el culo, sumado a eso entre las 2 me hicieron un pete hermoso, le acabé todo en la boca de nuestra invitada.


Descansamos unos minutos y nos fuimos a duchar los 3 juntos aprovechando que el baño tiene una ducha grande, nos tocamos, nos besamos, nos enjabonamos, todo venía muy sensual hasta que me dieron muchas ganas de cogerme a Martina contra una pared, la apoyé de atrás y no tardé en meterle la pija ni un segundo. Sentir ese culito veinteañero así me volvió loco. Acabamos los 2 a la vez super rápido. Cogimos olvidándonos por completo que estaba Eve al lado nuestro.

Nos secamos y nos fuimos a dormir los 3 desnudos, quedó Eve en el centro.


Al despertar yo estaba solo en la cama, no entendía que pasaba. Me puse un boxer y fui a la cocina a desayunar.

Estaban las 2 chicas en tanga y con una remera mía desayunando, contándose cosas de la vida, las saludé a ambas con un beso en la boca y me sumé a la ronda de mate. Todo muy natural, muy cómodo. Charlamos sobre lo bien que la pasamos y los 3 estuvimos de acuerdo en repetirlo más adelante (que fue 5 días después), armamos un grupo de Whatsapp los 3, Martina pasó a ser como algo más que una mina con la que nos revolcamos, mucho más. Justo lo hablamos entre los 3 el otro día, como nuestra novia, tenemos libertad para estar con ella sin estar con la otra persona, simplemente avisamos.


Lamentablemente sus planes profesionales son irse a estudiar a otro país y esta relación que tenemos con ella tiene fecha de vencimiento, al menos en este modo que venimos llevando estos meses y pensamos seguir llevando hasta el momento de despedirla en Ezeiza.


La verdad me costó bastante escribir esta historia, la venía pateando hace meses, empecé cuando recién nos habíamos enfiestado, se fue transformando todo con el tiempo y fui corrigiendo un montón de cosas. De hecho son muy pocos de nuestros amigos que saben lo que realmente pasa con ella, obviamente nadie de ninguna familia porque se mueren al instante.

Haciendo un poco de terapia nos puso muy feliz haber generado todo esto con ella, pero a la vez nos angustia mucho que se vaya a ir. También creemos que si no hubiéramos sabido de esta fecha de vencimiento no nos hubiéramos permitido involucrarnos emocionalmente con ella a este nivel.

Los 3 sabemos que posición tenemos en la relación. La pareja somos Eve y yo. Martu es un anexo en el mejor de los sentidos, no buscábamos algo así, jamás pensamos que algo de esta magnitud nos iba a poder pasar. Salimos los 3, hicimos viajecitos, lamentablemente a las vacaciones no pudo venir porque se fue en un viaje familiar, nos sentimos libres, nos contamos todo. Nos cuenta si está con alguien más, nosotros también. Pero realmente el interés por estar con alguien nuevo decayó en los 3, nos sentimos muy bien con ella y ella con nosotros. Martu no quiere estar en pareja ni formar una familia, en nosotros encontró una pareja con la que estar, sentirse contenida y a gusto.


Gracias por haber leído hasta acá, por los puntos y comentarios.

Creo que voy a contar una sola más de Martina, una seguro que sí que era una fantasía que generaron entre las 2 chicas de esas bien pervertidas que les gustan a ustedes, no se si alguna más.

P: San34

Comentarios

  1. Hola muy hermoso tú relato me encanta tener una pareja libre que mí esposa disfrute

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