Mi vida sexual II
(Ahora cuido mucho mi Cosita)
Hola otra vez, ya saben que soy Erika y con ayuda de mi amiga Susy escribo todo lo que pasa en mi vida sexual desde que la empecé. Ella es ahora mi mejor amiga y como tiene una tía que es doctora pues sabe muchas más cosas que yo, por eso le cuento todo esto y como es mejor para escribir que yo y puede poner lo que escribimos en la página de relatos de internet pues así nos ayudamos. Yo escribo todo y ella lo revisa y le cambia algunas cosas, pero dice que cada quien debe tener su propio estilo y escribir a su manera por eso casi todo queda como a mí me gusta.
La neta estamos muy contentas porque recibimos muchos mails de la gente que leyó el relato pasado y les excitó mucho! Se siente muy chido que a otros les guste lo que escribes pero les confieso que a veces cambiamos los nombres de la gente de la que hablamos en estos relatos por si acaso esas personas, o los papás de mis amigas o alguna otra persona que los conozca llegaran a leer esto, uno nunca sabe verdad? Pero todo lo demás es cierto y también el nombre de Susy y el mío.
Bueno pues ahora les cuento lo que pasó después. Mi primera masturbación hace unos meses (tengo 12 años) fue de lo mejor! La verdad luego de venirme (Susy me dijo que así se le dice cuando te salen tus juguitos con el orgasmo) quedé bastante cansada pero satisfecha, acostada sobre la cama y reposando de todo lo que sentí como tomando fuerzas.
Luego de un rato cuando ya me sentía mejor me paré para ver cómo estaba la cama. El papel desechable que puse abajo para no manchar la colcha sirvió muy bien porque estaba mojado de mis juguitos pero no mucho por eso no se manchó nada. En lo que más me fijé es que mi cosita y la rayita entre mis nalguitas se sentía mojadita y un poquitín pegajosa, por eso no me molestaba. Agarré más papel desechable para limpiarme las manos, mi cosita y la rayita, y luego recogí el papel que estaba sobre la cama. Lo puse todo adentro en una bolsa de plástico donde tiro la basura de mi cuarto, me puse la falda otra vez, pero sin el calzón, mis sandalias y metí la bolsa con la basura debajo de mi cama para que nadie se diera cuenta de lo que había hecho.
Creo que no se los había dicho pero nuestros cuartos están en el piso de arriba de la casa y tenemos un baño abajo y otro arriba, bueno pues salí de mi cuarto y fui al baño que esta arriba. Mi hermano seguía oyendo música en su cuarto con la puerta cerrada así que no me vio salir del mío. Ya en el baño agarré papel higiénico y lo mojé para limpiarme muy bien mi cosita y la rayita de mis nalguitas y no dejar nada de mis líquidos. Tiré todo a la tasa del baño y le jalé, me lavé muy bien las manos dos veces con jabón y me puse crema. Me arreglé el pelo viéndome en el espejo y vi que mis cachetes estaban bastante colorados! La neta me sentía un poquito chiveada o sea, avergonzada por lo que hice pero al mismo tiempo muy contenta, a lo mejor por todo eso que sentía mis mejillas estaban rojas aunque Susy me dijo que cuando uno se excita por el sexo muchas veces se pone una colorada incluso aunque solo pienses en algo cachondo. Ahora sé que tenía razón.
Bueno, me mojé un poco la cara, me sequé y me regresé a mi cuarto por la bolsa con la basura y para ponerme de nuevo el calzón y luego bajé a tirar la bolsa en el bote grande que tenemos para eso. De regreso me encontré a mi mamá y se me quedó viendo muy curiosa. Me dijo:
- ¿Oye hija porqué estas tan colorada? ¿Tienes calentura o que?
Me puso la mano en la frente para ver si estaba caliente. Yo me puse muy nerviosa porque pensé que podía darse cuenta de lo que hice solo de mirarme! ¿Que mensa no? Por eso le dije como molesta:
- Hay ma! No tengo nada, ha de ser que hace rato me subí al techo y me ha de haber dado el sol en la cara.
Y ella me dijo:
- ¿Y que hacías en el techo? ¿No que ibas a estudiar toda la tarde en tu cuarto?
La neta en ese momento me puse todavía más nerviosa porque yo sola me estaba echando de cabeza y por eso le contesté:
- Lo que pasa es que me subí a ver si mis tenis ya estaban secos y me quedé un ratito viendo el cielo. Ya ma! déjame ir porque no he terminado mi tarea.
Ufff...casi! Así me le escapé porque no quería que me viera tan nerviosa y me subí corriendo otra vez a mi cuarto y me encerré. Como sí tenía mucha tarea me puse a hacerla y ya no volví a pensar en lo que había pasado en todo el día, en la noche bajé a cenar, vi la tele un rato y luego me fui a dormir como a las nueve. Luego de un ratito me volví a acordar de mi cosita.
Como hacía un poco de calor me acosté sin camisón y empecé a acariciarme por encima del calzón. El bulto de mis pelitos se sentía rico y me di cuenta de que mi cosita empezaba a ponerse cachonda otra vez, poco a poco. Pensaba cómo no me había dado cuenta antes de todo lo rico que se puede sentir nada más de tocarse ahí, en nuestra parte más íntima y más oculta, la que los papás desde muy niñas nos prohíben tocarnos porque dicen que es algo malo. Que loquera! Si es lo más bueno y chido del mundo! Si mi mamá supiera. Me acordé cuando mi mami me decía de más chica:
- Mira Erikita, tu colita es algo muy delicado y es tu partecita más preciosa. Por eso debes cuidarla mucho y no tocarte ni dejar que te toquen porque eso es malo. Las niñas buenas no hacen eso y tu eres muy buena, hijita.
Ahora que lo pensaba bien, no sé de dónde o a quién se le ocurrió decirle “colita” a la parte íntima, si la colita mas bien deberían ser las nalguitas ¿no? Mis amigas dicen que a ellas les decían más o menos lo mismo, por eso creo que son cosas locas de los grandes. En todo eso estaba pensando cuando me ganó el sueño y me quedé dormida.
Al otro día me paré temprano como siempre para irme a la secun (así le decimos a la secundaria). Me metí a bañar y cuando ya casi terminaba me volví a acordar de mi cosita, me unté el jabón sobre los pelitos y sobre los labios despacio, se sentía muy bien y quedó bien enjabonado. Luego con la mano estuve lavándome muy bien hasta que me di cuenta que sin querer me estaba masturbando otra vez. Me enjuagué bien con el agua de la regadera y pensé algo loco. Si las mujeres siempre estamos buscando el mejor shampoo para que el pelo quede suave y muy bonito porqué no hacer lo mismo con los pelitos de la cosita? Osea, también es cabello no? Ya sé que es un poco más grueso que el de la cabeza y también es rizadito pero creo que por eso debíamos tratarlo mejor no?
Entonces cerré la regadera para que el agua no me estorbara en lo que iba a hacer, abrí la botella de shampoo, me lo unté en las manos y luego lo froté en los pelitos de mi cosita. La neta se sentía muy suave y los pelitos se me resbalaban entre los dedos con más suavidad que con el jabón. No sé cuánto tiempo estuve así hasta que me espantó el grito de mi hermano desde afuera del baño:
- Erika no te manches! Ya te tardaste mucho y todavía falto yo de bañarme!
- Ya voy menso, no me grites!
Rápido dejé lo que me estaba haciendo, abrí la regadera y como ya estaba casi lista solo me quité el jabón que me quedaba, me puse la bata y salí rápido. Mi hermano seguía afuera y tenía su cara de enojado pero ya no me dijo nada y nada más se metió al baño. Me vestí rápido, desayuné con mis papás y me fui a la secun.
En el camino estuve pensando lo del shampoo y me pareció que se me había ocurrido una idea muy padre y cachonda que a lo mejor ninguna otra había pensado, pero aunque no fuera la única que lo hacía de todas maneras me sentí muy bien por haberla pensado yo solita. En eso llegué a la escuela y me junté con unas compañeras y pues nos pusimos a hablar de la tarea y esas cosas y así me la pasé el resto de la mañana con las clases.
De regreso a la casa y mientras iba subiendo (la colonia donde vivo está construida sobre un cerro muy padre, rodeado de un bosque y mi casa esta casi hasta arriba, por eso la subida es algo empinada y me cansa un buen, y como voy despacio pues tengo tiempo para ver cosas y para pensar) otra vez me acordé de mi cosita y por algo se me vino a la cabeza de nuevo lo que mi mamá me decía de más chica, osea, eso de que mi colita era la parte más preciosa de mi cuerpo y que debía cuidarla mucho y pensé que en eso tenía toda la razón y que a partir de ese día le iba a hacer caso cuidando muchísimo mi cosita! Creo que al pensar en eso me estaba sonriendo yo sola sin darme cuenta, como si estuviera loquita, porque oí una voz que me decía:
- La que sola se ríe de sus maldades se acuerda!
Como venía viendo el suelo no sabía quién me hablaba, levanté la cabeza y me fijé que el que hablaba era Carlos, un chavito que vive frente a mi casa y que llegaba a comprar no se qué en nuestra tienda. Bueno pues me le quedé viendo sin decir nada y me dijo:
-Ya ves Erika, hasta colorada te pusiste.
Chin, otra vez sentí lo mismo que con mi mamá, así de nerviosa! Le sonreí sin decirle nada y me metí rápido a la casa justo cuando mi mamá salía para atenderlo.
La tarde pasó como todas, me cambié de ropa, comí, hice mi tarea y me salí a platicar con los chavitos que son mis amigos hasta que cerramos la tienda a las diez de la noche como todos los días. Ya sola en mi cuarto me desvestí y puse el seguro para que nadie fuera a entrar sin permiso como luego pasa. Me quité el calzón, me puse el camisón que uso para dormir y me subí a la cama para saber cómo había quedado mi cosita después del tratamiento de la mañana con el shampoo. Saben? Era tanta mi ilusión de hacerlo con calma y sin que nadie me interrumpiera que cada vez que fui al baño en la escuela y en la casa hacía todo para no ver ni tocarme hasta que estuviera sola. Ahora que ya lo estaba me sentía muy bien y un poquito excitada.
Bueno pues me puse a checar los pelitos de mi cosita. La verdad sí se sentían mucho más suavecitos que antes cuando nada más me lavaba con jabón, hasta olían más bonito! Susy dice que nuestros pelitos son menos gruesos que los de los hombres y que por eso es más fácil que se pongan bonitos con shampoo y otras cosas. De eso no sé pero lo que sí sé es que los míos habían quedado muy padres y por eso estuve jugando con ellos por un rato.
En mi calzón se había quedado un pelito que se cayó de mi cosita y cuando lo vi se me ocurrió otra idea loca. Lo quité del calzón y lo estuve jugando con los dedos de las dos manos, estirándolo y enrollándolo entre los dedos pero me costaba algo de trabajo porque los pelitos de abajo no son muy largos. En eso estaba cuando pensé en tomar en serio lo que había pensado cuando regresaba de la escuela, osea, me prometí a mi misma cuidar mucho mi cosita desde ese mismo día, después me quedé dormida.
El día siguiente era sábado y me pasé el día buscando revistas de belleza y eso, encontré algunas y me prestaron otras y así supe qué era bueno para el tratamiento de mi cosita. Como el pelo es pelo pues anoté todos los productos que más recomendaban para el cabello de la cabeza y así usarlos para mis amiguitos de abajo ;-) Hice una lista en una hoja de mi cuaderno y la guardé en la bolsa de mis jeans para tenerla lista y no se me olvidara al otro día.
Las compras para la tienda y la despensa las hacemos todos los domingos bien temprano y es muy padre porque siempre vamos en el coche de mis abuelitos o en el que tiene mi hermano mayor (que vive con uno de mis tíos). Ellos nos acompañan a mi mamá y a mí y también va mi hermano, pero ahora eso no era tan chido porque para comprar los productos especiales no quería tener a todos por ahí cerca, no? Como ven, todavía pensaba que alguien podía sospechar de mis cosas y pensamientos solo por hacer todo eso. Bueno, no se les olvide que apenas estaba empezando a tener pensamientos y deseos sexuales, estaba más niña y todo me daba miedo en parte por la educación que tenía, casi como la que le dan a todas las niñas aquí.
La cosa es que se me ocurrió decirle a mi mami que quería comprar unas cosas especiales para cuidar mi cabello y que no quería que mi hermano por ejemplo me anduviera siguiendo mientras los buscaba, además no quería que se burlara de que quería estar más bonita. Ya sabes como son mis hermanos ma! Le dije.
Ella se rió y me dijo:
- Ay hijita, ya empezaste a preocuparte de tu apariencia. Ya estás empezando a convertirte en una señorita.
Me abrazó y me dio un beso en la frente, si ella se imaginara qué tan rápido me estaba convirtiendo en “señorita” jijijiji. La cosa es que dijo que no me preocupara y que en la tarde iríamos solas al centro comercial que queda muy cerca de la casa nada más para comprar mis cosas. Eso me emocionó mucho y le di las gracias. Al otro día me acompañó como dijo y me compró todo lo que necesitaba.
Desde entonces (hace unos meses), hago muchas cosas diferentes para tener mi cosita siempre limpiecita y bien cuidada y como he ido cambiando las cosas y ha sido durante todo ese tiempo, aquí les platico todo lo que hago ahora:
1. Todos los días cuando me baño en las mañanas, cierro la regadera y me pongo shampoo perfumado de distintos olores para no aburrirme del mismo. Me lo unto bien y lo dejo reposar por un rato mientras me lavo bien la cabeza con el mismo shampoo. Lego me lavo la cabeza y dejo mi cosita para el final enjuagando todo muy bien para que no quede nada. Para tener tiempo suficiente me levanto quince minutos más temprano para que mi hermano no me esté molestando. Cada dos días uso aloe vera en lugar del shampoo normal para que le dé más suavidad a toda mi cosita y dejarla descansar un poco del shampoo. Ya en mi cuarto me seco muy bien con la toalla y para mejor seguridad me seco los pelitos con la pistola secadora que uso en la cabeza. Me pongo en todo el cuerpo una crema especial que se llama Lubriderm que te deja la piel bien suavecita, claro que también me la pongo en los labios mayores de mi cosita y en las ingles, así todo el tiempo están súper suavecitos y siendo la suavidad al caminar.
2. Le pedí a mi mamá que comprara un papel de baño que es para mujeres y por eso está bien suavecito y tiene un aroma perfumado pero no mucho, así cada vez que me limpio todo me queda sin rozarme y oliendo rico. También llevo un poco de este papel a la escuela para usarlo ahí cuando lo necesito.
3. Cada vez que voy al baño a hacer pipí, después de limpiarme con el papel de baño me limpio con cuidado con unas toallitas humectantes de las que se usan para limpiarte el polvo de la cara. Con eso mi cosita siempre esta fresca.
4. En las tardes cuando llego de la secun y si tuve clase de deportes (que es un día a la semana) me baño y hago todo lo mismo que en las mañanas, también lo hago cuando sudé mucho por el clima o cuando me siento sucia. Si no hice deportes entonces cuando llego de la escuela y después de comer me limpio muy bien con una toalla húmeda que tengo especialmente para eso y luego uso las toallitas humectantes. Pase lo que pase, siempre me cambio de calzón en las tardes.
5. Mis calzones los prelavo siempre con jabón neutro con mucho cuidado para no maltratarlos y luego los meto todos juntos en la lavadora, sin otras prendas, y les pongo tres tapitas de Suavitel, así me quedan súper suaves y perfumados. En otro relato les voy a contar más sobre mis calzoncitos.
6. Todos los días en las noches, me dejo unos minutos antes de dormirme para cepillar los pelitos con un cepillo chico especial mientras oigo música bajito. Saben, con eso se me han puesto muy lacios y suavecitos y así me gustan más que cuando estaban rizados. Susy dice que si dejo de hacerlo se rizarán otra vez por eso no dejo de cepillarlos todas las noches.
7. Todos los sábados después de bañarme y secar mi cosita con la pistola, reviso el tamaño de los pelitos y los que están muy largos los corto con unas tijeritas especiales de manicura y si me doy cuenta que me salieron pelitos fuera del triangulito, osea más cerca de las ingles de lo que deben, esos me los depilo con las pinzas de depilar. Lo bueno es que casi no me salen pelitos ahí pero siempre estoy pendiente.
Con todo esto otra cosa que me excita es que cuando estoy con mis amigos o cuando voy en la calle y veo como me miran a veces los chavitos y hasta los señores, ya saben lo que quiero decir, pues en esos casos me excita más el pensar la cara que todos ellos pondrían si supieran todo lo que hago para cuidar mi cosita pero más si pudieran verla. ¿Se imaginan? Bueno, me conformo con imaginarme la cara que están poniendo ustedes ahorita que están leyendo mis confesiones jijijijiji ;-)
Bueno pues ese fue mi relato de hoy, espero que les haya gustado como el otro o mejor más! Sigan escribiéndonos porfa para decirnos qué piensan de todo esto y para que vean que sí existimos. Ah, como ya vimos que muchos de los que nos escriben son de otros países y usan otras palabras y no entienden algunas que nosotros usamos, pues pueden preguntar lo que no entiendan para explicarles, ok?
Les mandamos muchos besitos húmedos directamente a sus cositas preciosas, ya saben cuales no? ;-)
Erika y Susy. susyteen@yahoo.com
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