La discoteca caliente
Hola, me llamo Cris y lo que les voy a contar me ocurrió hace un par de semanas. Yo soy una chica bastante apetecible, siempre he tenido a un grupo de chicos a los que podía dominar con un solo gesto algo provocativo y esto siempre me ha gustado. No se si realmente soy tan atractiva pero me voy a describir y ustedes dirán: mido 1,70, delgadita, larga melena rubia, ojos verdes oscuros, labios finitos, nariz redondita y lo que más les gusta a los novios que he tenido, mis pechos que son de tamaño normal pero muy redondos y firmes y un culito por el cual tengo que darle las gracias a mi madre porque puedo conseguir el chico que me proponga con él, es algo respingón, también muy firme y ni grande ni pequeño. La verdad es que me gusta mucho mi cuerpo y lo cuido tanto como puedo. Pues una vez terminada la descripción voy a proseguir con lo que me sucedió. Yo estaba saliendo con un hombre 5 años mayor que yo, (tengo 23). Y esa tarde me llamó para decirme que me dejaba porqué había encontrado otra mujer. Yo me enfadé muchísimo y decidí vengarme a mi manera. Así que me depilé todita, me di un baño relajante, me puse la ropa más sensual que tenía: un tanguita negro de seda, apenas me tapaba la rajita, una faldita blanca que era tan solo dos dedos más larga que donde terminaba mi culito y una camisa muy ajustada que me dejaba el ombligo al descubierto y que me abroché para que se viera la mitad de mis pechitos. Me perfumé y me fui a una discoteca del centro. Estaba decidida a montarmelo con el tio más bueno del local. Así que me puse en el centró de
la pista y empecé a bailar. Veía como los hombres que había se estaban fijando en mí. Alguno se acercaba e intentaba bailar conmigo pero los fui rechazando uno a uno. Finalmente unas manos me agarraron por la intura desde atrás. Era grandes y fuertes pero me acariciavan el estomago con suavidad. Me acaricié con él y cuando con mi culito noté el paquete que había dentro de sus pantalones me excité y empecé a refregar mi trasero para ver si ese paquete podía crecer. Así fue. Mientras tanto yo lo pojía por el cuello pero aún no le había visto la cara. Él empezaba a mover sus manos, que llegaron a mis pechos. Allí se detuvieron para empezar un masaje que me dejó los pezones durísimos. Tenía ganas de verle el restro pero sabía que si mi culito seguía trabajando él se pondría mucho más cachondo. Entonces otro hombre se me acercó por detrás, saludó a mi excitante compañero de “baile” y se me acercó, este, por delante. Él sí que era atractivo, moreno, 1,90 buenos músculos, labios gruesos, guapo. Así que cuando él se me agarró por delante no puse ninguna objeción. Sin ni siquiera saludar agarró uno de mis pechos y mis labios conocieron los suyos. Eran unos labios gruesos y carnosos y junto con su lengua que llegó hasta mi garganta empecé a sentirme mojadita. El compañero de detrás ya había dejado mis pechos y bajando, sus
manos, me subieron la faldita un poco, lo bastante como para que él pudiese agarrarme con fuerza los glúteos. Con los frotamientos de los dos me di cuenta que el que tenía enfrente también tenía un paquete considerable y que aún no había endurecido. Yo ya estaba súper caliente. Les comenté si querían ir a un rincón más tranquilo, aceptaron y sin perder la posición con la que habíamos quedado fuimos deslizándonos hasta llegar a un rincón donde además de no haber nadie, tampoco nos podían ver porqué quedava escondido. Entonces volví a besarme con el guaperas y decidí que era el momento de conocer al hombre de detrás. Pero no me dejaron ya que entre los dos me empezaron a quitar la poca ropa que llebaba ese día. Cuando a mí solo me quedaba puesto el tanguita decidí desnudar al que tenía delante, mientras lo hacía el de
detrás hizó lo mismo ya que noté su cuerpo caliente creo que estábamos todos con solamente la ropa interior y los dos seguian acariciándome y besándome. Eld e detrás dejó de acariciarme unos segundos y cuando volvió a mí noté su
miembro rozando mi trasero realmente sí que era bastante grande. Él guapo de delante me agarró el tanguita y con un movimiento brusco me lo arrancó. Decidí que él quedara igual y le quité los calzoncillos con las dos manos. Cuando mis manos estaban casi en el suelo terminando de quitarle la ropa interior noté el por detrás ese grande miembro había entrado dentro de mí con una fuerza dolorosa, placentera y excitante a la vez. Al quedarme un poco aturdida decidí que en vez de levantarme era mejor saborear el miembro que tenía delante, así que lo agarré con las dos manos lo acaricié hasta que
endureció por completo, era enorme, y me lo metí en la boca. Me lo comía con manas siguiendo los movimientos que me marcaban por detrás. El de detrás me agarraba cada vez con más fuerza el trasero, mientras el de delante acompañaba mis movimientos agarrándome la cabeza con las dos manos. Era un momento de lo más caliente, tenía dos miembros enormes dentro de mí y estaba disfrutando como nunca, ya no era una venganza por lo de mi novio, era el cielo en la tierra. Noté como se corría el de detrás primero y cuando aún notaba su leche mi boca se llenó de la otra. Me tragué una parte de la que
estaba en mi boca pero no pude con toda, así que manché todo el suelo, el resto que quedó en su miembro sí que lo limpié apetitosamente. Los dos miembros abandonaron el interior de mi cuerpo y los dos me siguieron agrazando y acariciando todo el cuerpo. No se como se llamaban no los he visto más pero me dieron la mejor noche de mi vida.
Mi e-mail es larubitacaliente@hotmail.com
Esteré encantada de compartir vivencias calentitas con tod@s
Cris
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