Florencia ayuda a Ricardo a gozar por detras
Antes de empezar, déjame preparar todo. Voy a buscar un lubricante y un juguete adecuado - dijo Florencia mientras se levantaba de la cama. Ricardo asintió con la cabeza, mirándola con expectación mientras ella se alejaba. Tenía la mirada perdida en el vacío, pensando en lo que estaba por suceder. Hacía tiempo que sentía un deseo que le era difícil de explicar, pero se había armado de valor para confesarlo a Florencia. Y ella, con su dulzura y apertura, lo había aceptado y accedido a ayudarlo a explorar ese deseo. Florencia regresó con un lubricante y un consolador de tamaño adecuado. Se acercó a Ricardo y le preguntó: "¿Estás listo, amor?". Ricardo tomó una profunda bocanada de aire y respondió afirmativamente. Florencia lo abrazó y comenzó a besarle el cuello mientras acariciaba su cuerpo con las manos. El contacto suave de su piel y su perfume eran embriagadores, y Ricardo se sentía como si flotara en una nube de placer y bienestar. Florencia se tomó su tiempo para que él