El Juego de las Sombras: La Rendición Completa
El Juego de las Sombras: La Rendición Completa Era una noche de viernes bochornosa en el departamento compartido de Alex y Nico, en uno de esos pisos altos de Palermo que olían a libertad urbana y a secretos que se cocinaban a fuego lento. El balcón abierto dejaba entrar el rumor distante del tráfico de la avenida Córdoba, un pulso caótico que se mezclaba con el humo dulzón del porro que pasaban de mano en mano, y el aroma terroso del Malbec que habían destapado para "bajar el estrés" después de una semana de mierda en el laburo de marketing digital. El living era un desastre organizado: sofá de cuero negro hundido por noches de maratones de Netflix y pajas solitarias, mesa baja cubierta de latas de cerveza vacías y un cenicero improvisado con una tapa de CD, y las luces tenues de una lámpara de pie que proyectaban sombras alargadas sobre las paredes pintadas de un gris industrial, como si el departamento mismo estuviera conteniendo la respiración ante lo que se avecinaba. A...